Columnistas

El cazador

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20 de enero de 2017

Difícil no sucumbir ante el poder de las redes sociales. Los 1200 millones de usuarios de Facebook y los 646 millones de Twitter o los 300 de Instagram lo confirman.

El 40% de las apps que se descargan en Colombia son redes sociales. Una verdadera tentación. Y Twitter se ha convertido en medio favorito de políticos y gobernantes para expresar ideas, hacer toda clase de anuncios y para cazar peleas, frecuente en el país.

Confieren un poder aparente, medido en número de seguidores, que envanece. Seduce de tal manera que muchos terminan creyéndose dueños de algo que en realidad ni son ni tienen.

Muchas discusiones suscitó la cacería de unos pillos que emprendió la semana pasada el Alcalde de Medellín.

Aunque los medios oficiales dijeron que había sido muy aplaudida su acción, si se mira con imparcialidad hubo de todo y no me atrevería a decir si ganaron los elogios o las críticas, que las hubo y no pocas.

¿Para qué trinar que se va tras X o Y pillos? ¿Para dar la sensación de acción y efectividad? ¿Por qué contra esos delincuentes en ese momento y contra todos los demás el resto del tiempo qué?

Como aparentemente fueron capturados los implicados (no lo fueron en flagrancia), las sonrisas y a sacar pecho.

Mientras, en la Comuna 13 los taxistas atemorizados ante la creciente inseguridad reducían el servicio. ¿Esos no merecían la mención en Twitter ni una cacería?

No es fácil moverse por la delgada cuerda de las redes sociales que pende sobre el cumplimiento del deber y el populismo. Con frecuencia se cae en este. Y cuando se cae, se pierde credibilidad.

¿Por qué tenía que divulgar el Alcalde que andaba en el plan de cazador (como la célebre serie protagonizada por Fred Dryer)? Si es por videos sobre acciones criminales en Medellín, la red está llena de ellos.

¿Mejoró la percepción de seguridad entre la ciudadanía? ¿Quería mostrar que sí se actúa contra el delito?

Estudios como el de Shelley Boullianne en Information, Communication & Society ponen en duda que las redes sociales causen un efecto fuerte y transformador.

En temas de gobierno las obras hablan solas, así algunos crean que trinando ejecutan.

Como cualquier ciudadano, el gobernante tiene el derecho de trinar lo que quiera, pero sobre todo... el deber de gobernar.

Maullido: Pintan buses para el SIT pero por dentro la misma tartana.