El penetrante “si solo” detrás de la violencia de Hamás
Por Marco Sermoneta*
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Si solo. Si solo Hamás no hubiera tomado Gaza; si tan solo no usara a su gente como escudos humanos y armas humanas, como peones para sus propias operaciones mortales. Si pudiéramos evitar esta tragedia de vidas palestinas perdidas. Si solo es un sentimiento que ha caracterizado décadas de violencia en esta región. Si tan solo Hamás, que ha gobernado a Gaza con mano de hierro desde 2007, empeñado en atacar a Israel, hubiese elegido construir hogares e infraestructuras y desarrollar la Franja de Gaza para crear una vida mejor para el pueblo palestino.
Si solo.
Sin embargo, la violencia de esta semana en la frontera entre Gaza e Israel arroja un relievo aún mayor de los extremos a los que Hamás iría para dañar a cualquier israelí al que pueda tener acceso, a expensas trascendentales de la vida de su propio pueblo. De hecho, Hamás está dispuesto, incluso ansioso, a empujar a los jóvenes de Gaza, sobre todo niños, a la valla de la frontera con Israel. Les dice en redondo de ignorar todas las advertencias -por folletos, radio y redes sociales- que se alejen de la valla, que cesen los lanzamientos de bombas incendiarias, granadas y rocas, y que se abstengan de alterar la cerca. Hamás hace esto para realizar su amenaza de irrumpir la valla para que masas de alborotadores mezclados con terroristas puedan asaltar Israel, incendiando y destruyendo todas las estructuras israelíes. Esto es lo que sucedió cuando una multitud de Hamás incendió y destruyó la terminal de Kerem Shalom, la línea de vida para el envío de combustible y productos desde Israel y los países donantes a Gaza.
Por lo tanto, los habitantes de Gaza son sacrificados por los planes cínicos de Hamás. Porque, entre las multitudes de habitantes de Gaza, Hamás oculta a sus agentes armados, entrenados, decididos y listos en cualquier momento para precipitarse hacia Israel y ejecutar una masacre de proporciones indescriptibles.
Cientos de atentados suicidas. Miles de ataques con cohetes. Innumerables ataques de embestida, apuñalamientos, apedreamientos y otros ataques fueron llevados a cabo o alentados por Hamás en las últimas décadas. Miles de israelíes muertos o heridos. El historial e intenciones de Hamás de mutilar a israelíes es la parte clave de la historia de la violencia de esta semana que a menudo no se menciona en las noticias. Esto se debe al hecho de que se esconde detrás de los dramáticos titulares, silenciosamente, esperando pacientemente hasta la más mínima vulnerabilidad en las defensas de Israel, para emerger, retorcido e imparable, en los lugares más desprevenidos: en un kibbutz o en un pueblo adormecido cerca de Gaza, donde juegan niños israelíes y los padres trabajan y oran por la paz y la tranquilidad.
Mientras lidiamos con la violencia, debemos recordar: si solo la gente de Gaza pudiera liberarse de la ideología destructiva y radical de Hamás, y pudiera forjar un nuevo camino, un camino donde los niños sean tratados como los tesoros que son, y se les enseñe a abrazar la vida, el amor y la paz. Si solo pudiéramos ver el fin de toda la violencia.
*Embajador de Israel
en Colombia