EL SÍ A LA PAZ DE BELISARIO BETANCUR
Después de varios años de estar retirado de la política, ocupado en la lectura y en su habitual trabajo en el campo de la cultura, el expresidente Belisario Betancur rompió su silencio para apoyar el plebiscito aprobatorio de los acuerdos de paz firmados por el Gobierno y las Farc.
En una carta dirigida al presidente del Directorio Nacional Conservador, Betancur pidió a los conservadores, sin excepción de matices, votar por el sí en el plebiscito.
“Ante la certeza de la culminación positiva de los procesos de la paz en La Habana, siento el imperativo categórico de pedir a mis compatriotas del Partido Conservador, que voten sí al plebiscito aprobatorio de los Acuerdos de Paz”, dijo el expresidente.
Betancur sostuvo que “la esencialidad de la política busca el bien de la comunidad” y la paz está en la esencia de esa búsqueda.
El documento, sin comentarios, fue publicado por el Directorio Conservador. El partido no ha expresado cuál es su intención de voto frente al plebiscito, aunque sus dirigentes han participado en diálogos con funcionarios del Gobierno y miembros de su equipo negociador en La Habana.
Hasta hoy, con excepción del expresidente Andrés Pastrana, los dirigentes de ese partido han planteado que antes de tomar una decisión deben estudiar a fondo los textos de los acuerdos.
Belisario Betancur es el primer presidente colombiano de las últimas décadas que se atrevió a proponer un acuerdo de paz con los grupos armados insurgentes a partir de 1982.
Sin embargo, a pesar de que logró acuerdos con las Farc, el M-19 y el EPL, la aparición de grupos paramilitares y sectores políticos e integrantes de las Fuerzas Armadas opuestos al acuerdo provocó una nueva escalada de violencia que desembocó en la toma sangrienta del Palacio de Justicia por guerrilleros del M-19, a fines de 1985.
En este episodio, y en la recuperación por la fuerza del Palacio por parte del Ejército, murieron en medio de las balas muchos de los magistrados de la Corte Suprema y numerosos guerrilleros y civiles. También desaparecieron algunos empleados de la Corte. Al mismo tiempo comenzó una campaña de exterminio contra los dirigentes de la Unión Patriótica, grupo político con el que las Farc intentaban reintegrarse a la vida civil.
A pesar del fracaso de los esfuerzos del presidente Betancur por lograr la paz, las negociaciones en medio de la guerra fueron continuadas por sus sucesores entre 1986 y 2002. Estas propiciaron la desmovilización del M-19, el EPL y el Quintín Lame, un grupo guerrillero indígena. También permitieron la promulgación de la nueva Constitución de 1991 y el sometimiento temporal a la justicia de algunos jefes del narcotráfico.
El aparatoso fracaso de las negociaciones entre el Gobierno y las Farc durante el gobierno de Andrés Pastrana precipitó el triunfo del candidato Álvaro Uribe Vélez en las elecciones presidenciales de 2002. Este implantó una nueva política de mano dura que puso fin a los diálogos y fortaleció las acciones militares contra los guerrilleros. Durante sus dos periodos presidenciales—, Uribe Vélez logró un acuerdo de paz con los grupos paramilitares.
En medio de una campaña tan marcada por el odio, la desinformación y las trampas electorales, el sí claro y contundente del expresidente Belisario Betancur al plebiscito y a los acuerdos de paz es un nuevo acto de fe en el futuro de Colombia por parte de uno de los presidentes que más conoce las entrañas del conflicto armado.
También es un llamado a los conservadores, sin excepción de matices, y a todos los colombianos, a recordar que la esencia de la política es la búsqueda del bien común y que la paz es uno de sus frutos más valiosos.