Columnistas

EL TERCER HOMBRE

EN LA FOTO

24 de julio de 2016

Nunca le había prestado mucha atención más allá de pensar en la carga simbólica del afortunado hecho que quedó registrado para siempre. Pero hace poco, a raíz de las nuevas tensiones raciales en Estados Unidos la volví a ver y me quedé pensado en quién sería ese hombre blanco allí, con cara de ausente y si estaría consciente de lo que sucedía. Me refiero a la foto del podio de la final de los 200 metros planos de los Juegos Olímpicos de Ciudad de México en 1968. Dos afroamericanos que obtuvieron las medallas de oro y broce levantan cada uno un brazo, extendido, con el puño cerrado y enguantado en negro. Tienen sus cabezas gachas. Es símbolo de protesta y rebelión contra la opresión de la comunidad negra en su país. Hacen referencia a las Panteras Negras, grupo que tuvo sus inicios como organización de autodefensa contra la brutalidad policial y que fue evolucionando para defender causas de igualdad de la población que representaban. Eventualmente se desintegraron.

Gracias a un artículo que puso una amiga australiana en facebook supe quién era. Los hombres negros son John Carlos y Tommie Smith. Y con la medalla de plata el australiano Peter Norman, que si bien había hecho unos buenos tiempos en la clasificación y sobre todo en la semifinal, no dejaba de ser un entrometido en la final que se pensaba sería decidida por los veloces norteamericanos.

Norman hizo un sorprendente tiempo de 20,06 seg. que después de 48 años sigue siendo record nacional en Australia. En el video de la carrera es emocionante ver como este atleta en la recta final viene como una exhalación desde atrás para cruzar segundo y quedarse con la plata.

Antes de la premiación, al australiano le indagaron sus compañeros de podio si creía en los derechos humanos, a lo que respondió que si. Le preguntaron si creía en Dios y respondió afirmativamente. Finalmente, al estar consciente de lo que planeaban hacer sus compañeros durante la ceremonia de premiación, les dijo: “Estoy con ustedes”.

Dos detalles que se pueden observar en la foto: los norteamericanos levantan uno el brazo derecho y otro el izquierdo. Pues resulta que solo tenían un par de guantes y fue Norman quién les sugirió que se pusieran uno cada uno. Y todos ellos, incluyendo a Norman, portan en la parte superior izquierda del pecho un distintivo que dice “Proyecto Olímpico por los Derechos Humanos”.

Para la época, Australia era un país distinto al de ahora, con una fuerte política de segregación contra su población aborigen. Lo que este hombre hizo fue valiente y le trajo muchos problemas. Fue marginado, tratado como paria. No le fue fácil encontrar trabajo. John Carlos dijo: “Si a nosotros nos dieron palo, Peter enfrentó todo un país y sufrió solo”. Muchos años después, en 2012, el parlamento australiano se disculpó y reconoció la valentía de Norman... él había muerto en 2006. Donde quiera que estés Peter, gracias. Este es un mundo un poco mejor por vos. Como dirían los australianos: Good on you, mate!.