El verdor de Medellín
Para una ciudad como Medellín, que ha adorado el gris del cemento en los últimos años, de dos investigaciones recientes se infiere el error cometido y que se sigue cometiendo.
Medellín tiene zonas verdes, es indudable. Hay unos sectores que aún lo conservan aunque cada vez menos y más alejados algunos de las residencias. Pero hay barrios, comunas enteras con casi ninguna presencia de vegetación.
Un estudio en el American Journal of Preventive Medicine reveló que a mayor verdor del vecindario en el condado Miami-Dade había una reducción significativa en la tasa de enfermedades crónicas en barrios habitados por personas de ingresos medios a bajos.
Hay menos prevalencia de diabetes, hipertensión y colesterol alto así como menos enfermedades crónicas.
Estas tenían una prevalencia 49 % menor por cada 1.000 residentes, lo que equivale a una reducción de 3 años en el envejecimiento biomédico.
De manera similar, una investigación en Environmental Health Perspectives demostró que las mujeres que residían en zonas con más vegetación verde vivían más. La tasa de mortalidad era 12 % menos, con diferencias más grandes por mortalidad debida a enfermedades renales, respiratorias y cáncer.
Dos estudios que se suman a muchos otros que han demostrado el beneficio de tener ambientes verdes.
El estudio en Miami, dicen los autores, indica que en la planeación estratégica de las ciudades se deben considerar los impactos en la salud.
Mientras en Medellín se toman decisiones como tratar de compensar la falta de verdor en determinadas zonas con un parque lineal a lo largo del río Aburrá, a kilómetros de barrios grises, el plan maestro de Miami busca que los residentes tengan algo de verde con solo caminar 1 minuto desde sus viviendas y que encuentren parques (no de cemento como los del centro nuestro) con solo caminar de 5 a 10 minutos.
Los espacios verdes y abiertos benefician la salud física y mental. Deben estar en los barrios, como dijo el año pasado refiriéndose a los árboles el ilustre botánico francés Francis Hallé de visita en Medellín, no en los bordes urbanos ni en zonas lejanas independiente de que en estos también deben existir.
Una lección para Medellín y municipios del Aburrá. Y así como se hace renovación urbana para construir vivienda, debería pensarse para darle a la gente una oportunidad de respirar verde en sus barrios.
El cemento enferma.