Columnistas

Epístola de un Aguas Tibias

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14 de mayo de 2016

Por Marvin Santiago Ruiz C.
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Historia, 5° semestre
@ElMarvinista

No hace mucho uno de mis “frecuentes lectores” –como él mismo se autodenomina– me envió una carta en la que me agradecía por haberle exhortado, de manera indirecta, a poner por escrito sus convicciones. Personalmente considero que fallé como opinador: el tipo cree que tiene el derecho de opinar por escrito, ¿acaso para eso no estamos nosotros, para pre-tender que hablamos por el vulgo?

Sin embargo, y siendo este un país democrático, quise publicar su carta con el ele-vado, conspicuo y noble fin de que mis verdaderos seguidores y yo le demos tanto palo como sea legal, y que de ese modo no se meta en rancho ajeno, ¡carajo!:

“Querido Magdaleno Ríos,

Lo primero que quiero hacer es anotar que su última columna tiene muchos puntos válidos, como otros que no tanto; así que no se tome esto como una felicitación en el sentido estricto de la palabra. Pero el objetivo primero de mi carta es otro.

El motivo de la presente es contarle que al fin me animé a determinar cuáles son mis convicciones, ya que estos tiempos parecen demandarlo; y créame que fue un esfuerzo me-dianamente grande para un ‘aguas tibias’ –término que usa usted con frecuencia– como yo, que siempre estaba por fuera de cualquier pelea en redes sociales y otros espacios.

Preferí hacerlo punto por punto, para ahorrarme una prosa que, estoy seguro, no ha sido tan agradable de leer:

Política: ni de izquierda ni de derecha, sino férreamente ambidiestro.

Religión: desconfío de cualquier carpintero pero, por si acaso, gracias a Dios estoy bau-tizado.

Orientación sexual: de momento, heterosexual, porque, aunque no lo estoy bus-cando, no he encontrado el hombre de mi vida.

Arte contemporáneo: me gusta ir a los museos, pero creo que la gente de la lim-pieza debería hacer mejor su trabajo.

Fútbol: hincha a muerte del Once ideal de la FIFA (aunque no recuerdo en qué liga jue-ga).

Moral: todo es cuestión de ética.

Gastronomía: ojos que no ven, corazón que no siente.

Dicho esto, ahora me sentiré más seguro a la hora de comentar en redes sociales, de obligar a mis compañeros de curso a que me escuchen, y, ¿por qué no?, de pensar escribir columnas de opinión, como usted.

Su lector que a veces lo lee,

Sanín Castro .n

*Taller de Opinión es un proyecto deEl Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opiniónjoven. Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsables sus autores. No comprometen el pensamiento editorial de El Colombiano, ni las universidadese instituciones vinculadas con el proyecto.