Es cuestión de sacrificio
Por Sebastián Barreto Morales
Universidad Pontificia Bolivariana
Comunicación - Periodismo, semestre 8
sebastian.barreto@upb.edu.co
Migrar es una actividad del ser humano desde la prehistoria. Como lo describen las Naciones Unidas en su asamblea general en septiembre de 2006: “la migración ha sido una valiente manifestación de la voluntad del ser humano de sobreponerse a la adversidad y tener una vida mejor”. Establecerse en un país ajeno es un factor que ha marcado las dinámicas sociales debido que es allí donde las culturas se funden, creando otras nuevas.
Según la Cancillería de Colombia, han existido tres grandes olas de migración de ciudadanos colombianos a: Estados Unidos (1970), Venezuela (1980) y España (1990). En la mayoría de los casos por motivos económicos, amenazas de los grupos armados al margen de la ley, facilidad de conseguir un buen trabajo y aumentar los ingresos.
Nacer en determinado país no les asegura a las personas tener las oportunidades adecuadas para disfrutar una “calidad de vida”. Migración Colombia afirma que el 60 % de los colombianos en Estados Unidos tiene ciudadanía estadounidense, ¿a costa de qué?
Migrar a EE. UU. trae múltiples beneficios siempre y cuando se esté legal: ayuda del Estado para estudiar y oportunidades profesionales, son algunos de estos. Sin embargo, al indocumentado no le va tan bien. Como dice Arjona en su canción Mojado “No es de aquí porque su nombre no aparece en los archivos, ni es de allá porque se fue”.
Al ofrecer Colombia un mal salario y malas pensiones, las personas prefieren irse a lavar baños, ser esclavos de un país que no los acepta del todo, pero que les da la oportunidad de crecer y ser adinerados. Claro está, deben tener un turno de 16 a 20 horas al día, cinco días a la semana y hacer labores que un estadounidense nunca haría, y que un colombiano en su país tampoco, debido a la mala remuneración del trabajo.
En Massachussets, Estados Unidos, el mínimo por hora es de USD$12.75. Es decir que, alguien que lave platos ocho horas al día, de lunes a viernes, ganaría COP$1’859.460 a la semana. Esta cifra es difícil de ganar en Colombia sabiendo que el mínimo mensual es de COP$980.657, incluyendo el subsidio de transporte, y que las compañías exigen especialización y determinado tiempo de experiencia. ¿Qué es mejor, ser esclavos de las deudas en Colombia o ser esclavos del trabajo en Estados Unidos?
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