Fronteras invisibles y paradigmas quebrantables
Por Sara Sierra Restrepo
Universidad EAFIT
Facultad de Com. Social. 3° semestre.
sarasierrarestrepo@gmail.com
Seguramente ya han oído hablar de las fronteras invisibles, creadas para tener el control de un territorio.
Comuna 4, Aranjuez, ubicada al norte. Un barrio pirata en Medellín que tiene una historia de violencia y de superación consigo.
Comuna 14, El Poblado, al sur de la ciudad. Habitado primero por la élite de Medellín; actualmente, por ricos honrados y narcos que tratan de tener un bajo perfil. Dos mundos completamente diferentes. La polarización de las zonas es notoria y excluyente la una con la otra.
A mis 19 años, he escuchado declaraciones denigrantes acerca de las zonas donde vive el otro. En el norte se oyen comentarios tales como: si usted va pal sur se va a encontrar edificios lujosos, gente fastidiosa que solo le importa el dinero y que no sabe el significado de humildad.
En el sur, algunos mal informados lanzan afirmaciones sobre lo que creen que pasa al otro extremo de la ciudad: viven en una balacera diaria, no hay educación, se visten y hablan mal, la mayoría consume drogas, son ladrones, meterse a uno de esos barrios es una aventura suicida.
Afirmaciones fuertes que remiten a acciones que suceden de una manera en particular y no dan cuenta a una generalización.
No niego que en El Poblado vivan personas con mucha plata y de poca humildad, pero existen también las personas que les importa el corazón más que el bolsillo y luchan por una Medellín más igual. Tampoco niego que, en Aranjuez, no haya violencia. Hasta en los barrios de más lujo hay. Pero es la minoría de la población la que la causa. La gran parte de los habitantes son bondadosos, trabajadores y muy gentiles.
Es por eso que le digo a usted joven lector: nuestra forma de vestir, hablar o manera de pasar el tiempo no nos hace mejores o peores, más o menos, solo nos hace diferentes.
Es necesario desprendernos de los paradigmas erróneos que nosotros mismos hemos creado sobre los demás. Rompamos las fronteras invisibles, esas que ya no solo están marcando un territorio, sino que están en nuestras mentes. Quiero que salgamos del miedo a familiarizarnos con lugares o personas distintas; quiero que cambiemos el futuro, solo es necesario abrir los ojos y ver lo que otros no quieren ver . n
*Taller de Opinión es un proyecto deEl Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opiniónjoven. Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsables sus autores. No comprometen el pensamiento editorial de El Colombiano, ni las universidadese instituciones vinculadas con el proyecto.