Columnistas

¿Fuego, guerra y división?

14 de agosto de 2016

Muchas veces consideramos que la oferta cristiana de la Paz, es sometimiento débil e ingenuo ante la fuerza y poder del mal, la injusticia. Pensamos que la paz cristiana del evangelio consiste en estar de acuerdo, con todos y en todo. La injusticia, la violencia y la muerte incluidas. Nada más lejano a la realidad de muchas expresiones de Jesús, que manifiesta un rechazo radical al mal, la injusticia y la violencia de muerte para recuperarnos a todos, incluyendo al malo, al injusto, violento y pecador.

No estamos ante un relativismo por temor o por confort (comodidad), cuando estamos empeñados en dar la vida por los demás como lo hizo Jesús. Se trata de liberar los seres humanos del poder del mal, la injusticia y la muerte. Para esto se necesita mucha fuerza y osadía en la entrega y compromiso.

Nos ha tentado siempre, ideológica y religiosamente, hacer de Jesús y su evangelio, a nuestra medida y antojo. Pero al escuchar hoy, de su boca: “he venido a traer fuego al mundo..., división y guerra. No he venido a traer paz”. Su Palabra nos desconcierta y estremece.

Este lenguaje pasaría inadvertido en un mundo, donde dominara la verdad sobre la mentira; el amor, entrega y la caridad contra el egoísmo, la avaricia y la codicia. Un mundo donde no aconteciera la injusticia e inequidad, frente a la justicia, la solidaridad, la igualdad. Un mundo en Paz.

Basta una mirada desprevenida a nuestra historia para descubrir que no hemos tenido un mundo verdadero y solidario. Equitativo y justo; salvo una maravillosa excepción que sigue expectante: El evangelio de Jesús y su reino.

Contrasta mucho que empeñados para vivir en Paz, después de una larga vida en guerra, hoy Jesús nos dice que vino a traer ¡fuego y división! Solo un lenguaje fuerte, pareciera producir reacción y cambio en los hombres actuales; pareciera producir una verdadera mutación en nuestra visión de la realidad.

¿Queremos paz y no guerra? Entonces, ¿Por qué, pues, generamos tanta muerte y odio, sin detenernos...? ¿Qué significa para Jesús fuego, división? ¿No será la violencia que debe padecer quien entrega la vida, en favor de otros; las consecuencias que genera la radicalidad de su entrega?

Quizá donde nosotros decimos: Paz-justicia-unión, no decimos igualdad, equidad, solidaridad y Perdón. Quizá la paz verdadera incluya estos valores que olvidamos y no es extraño que Jesús diga, para sacarnos de este mundo perverso, que es necesario fuego y división. Un mundo egoísta, violento e injusto. Un mundo sin solidaridad e indolente como el que tenemos hoy, no será, por más que lo intentemos en el lenguaje, un mundo en Paz.

Resumiendo, un mundo donde todo es relativo, donde, la injusticia, inequidad, indolencia y falta de solidaridad... son vistas como “un derecho”; como “hacer justicia”, tiene todas las condiciones para ser: un mundo, al revés. A espaldas del Espíritu.