Columnistas

Indecisión para las elecciones locales

17 de septiembre de 2015

Las últimas dos semanas se han conocido varias encuestas de intención de voto para las próximas elecciones locales del 25 de octubre, y aunque algunos candidatos empiezan a sentir la presión de ir de primeros o de últimos, el dato más importante de los sondeos no es precisamente por quién piensan votar los colombianos para ocupar sus alcaldías, sino el alto porcentaje de personas que aún no tiene clara esa decisión.

En efecto, es la indecisión para las elecciones locales lo que aún domina los resultados de las encuestas, al menos en Medellín, Cali, Cartagena y en menor medida Bogotá. De acuerdo a la encuesta de Ipsos-Napoleón Franco presentada el pasado 11 de septiembre en varios medios de comunicación, en Bogotá el 28 % de los encuestados podrían catalogarse como indecisos, entre voto en blanco, no saber por quién votar o no querer hacerlo; en Medellín este porcentaje es del 40 %; en Cali los indecisos son el 30 % de los encuestados, y en Cartagena, el 38 % no sabe por quién votará o piensa votar en blanco.

Una de las razones de esta indecisión podría explicarse en la cantidad de candidatos que compiten en estas ciudades. En Bogotá hay nueve candidatos –seis con intención de voto en la encuesta-; en Medellín hay seis candidatos, cuatro que todavía tienen posibilidades; en Cali hay ocho candidatos, siete marcando algo en la encuesta, y en Cartagena hay también ocho candidatos, cinco todavía en la pelea.

La pluralidad de candidatos es positiva en términos democráticos pero resulta confusa para los electores y su posibilidad de tomar una decisión. Haga la prueba en un supermercado –y perdón por la comparación mercantilista-, de escoger entre dos marcas de un producto u ocho de otro, le aseguro que tomará su decisión con mayor rapidez y tranquilidad en el primero que en el segundo. Más opciones, al menos en términos de efectivamente escoger algo, no resulta necesariamente lo mejor.

La otra explicación podría estar en las dificultades que hasta ahora tendrían los candidatos en comunicar efectivamente sus ideas y presentarse a los votantes –de hecho, muchos mantienen bajos niveles de conocimiento entre los encuestados- y aunque esto es algo que debería irse sorteando en las próximas semanas, preocupa lo extendido del fenómeno en estas elecciones.

Finalmente, la indecisión constituye una oportunidad para muchos de los candidatos que, sin ir de primeros, siguen en la competencia. Porque el hecho de que –por ejemplo- el 40 % de las personas en Medellín no tengan candidato por el cual votar supone un universo de potenciales votantes que puede llevar a cualquiera a la victoria el 25 de octubre. Esto es a partes iguales un argumento de esperanza para los que van atrás en las encuestas y de humildad para los que van adelante. La campaña lleva meses, pero la competencia apenas empieza.