Columnistas

Intelectuales que construyen otra Medellín

25 de julio de 2015

No importa que afuera haya una sensación perceptible de caos en plena avenida Las Vegas. Una vez se atraviesa la puerta de la Universidad Eafit, comienza un universo que a ratos puede compararse con el mar. Por fuera se ve diáfano y tranquilo y en su profundidad esconde transformaciones, sinfonías y los movimientos dramáticos del cambio. Creada desde hace 55 años por un grupo de empresarios interesados en formar a los nuevos dirigentes de negocios, ha ido ampliando sus saberes e intereses. En 1997 comenzó un camino nuevo cuando se creó la Escuela de Humanidades con el impulso del dirigente y líder Juan Felipe Gaviria.

Desde el 2004, la rectoría de Eafit la ocupa el abogado Juan Luis Mejía Arango, quien además de haber sido ministro de Cultura, embajador y directivo de organizaciones vitales en Antioquia y Colombia, ha sido un hombre interesado en la educación desde la infancia. Amante de la naturaleza y los animales, lector constante, interesado en los valores y admirador de las manifestaciones culturales locales y foráneas, está convencido que la formación es un elemento vital para cambiar a Medellín. Es uno de los pocos dirigentes locales al que puede dársele el título de intelectual y que usa su saber no para presumir o para sus intereses sino para generar transformaciones. Quienes han trabajado con él admiran su capacidad para hablar con cualquier persona y de cualquier tema. Así como puede sostener una conversación filosófica avanzada es posible sentarse con él a hablar de silleteros y con el sombrero puesto. Junto a él trabajan hoy personas como Jorge Giraldo, decano de la Escuela de Humanidades, Héctor Abad Faciolince, director de la biblioteca o Cecilia Espinoza, directora de la orquesta sinfónica, entre otros. Juan Luis Mejía se ha ido rodeando de personas decentes y destacadas que están interesadas en que Medellín y sus habitantes prosperen.

Gracias a esto es posible que Eafit organice un congreso de arquitectura como Arquine, una conferencia con Belisario Betancur para hablar del poeta León de Greiff, vaya a participar en Alemania este año con el apoyo de EPM en la carrera de autos solares más importante del mundo o inaugure en pocos días dentro de su campus un edificio sostenible con el apoyo de Argos.

A esto se suman campañas como aquella reciente en la que invitaron a los estudiantes a contar a sus familias por qué la razón de la cancelación de una materia porque “decir la verdad es atreverse a pensar”.

Dos cosas puede fortalecer Eafit: su programa de becas y la exigencia académica. Respecto a lo primero, los estímulos deberían llegar a los mejores estudiantes sin importar el estrato. Sobre lo segundo, algunos estudiantes no deberían tener tantas facilidades al aprobar ciertas materias. Esto ayudaría a promover más la cultura del esfuerzo y del no-miedo al “fracaso” y ayudaría para que de las universidades solo se gradúen los competentes. Como va, Eafit ya es ejemplo de lo que pasa cuando la gente honesta y capaz se junta en un lugar para construir ciudad .