Columnistas

La atención en Coomeva

15 de septiembre de 2015

La corrupción ganó la batalla. Aguantó los embates mediáticos y ciudadanos y se instaló en la cotidianidad. Ahora ya no se habla del fracaso de la Ley 100 ni de la perversa prestación del servicio del sistema de salud, que en otro tiempo, no muy lejano, generó escandalosos titulares de prensa. Los funcionarios de medio pelo de entonces enfrentaron y aguantaron el escándalo, mientras los verdaderos responsables miraban los informes televisivos desde la comodidad amueblada por la corrupción. Fueron muchos meses, quizá años, de un enfrentamiento encarnizado, pero a la postre no se obtuvo nada. El primer gobierno del escándalo no hizo nada y el segundo gobierno, hábilmente, logró acallar los gritos desesperados con la espuria promesa de una reforma que se diluyó.

Entonces los pacientes fueron acallando sus voces, muchos porque la tumba no los dejó protestar más, y otros ahogados en el fangoso terreno de la resignación por agotamiento, cansancio y enfermedad agravada. Y los medios migraron sus lentes hacia otros objetivos, pues también fueron vencidos por la repetición inagotable de un tema que, no pudiendo ganar, se volvió poco rentable por repetitivo.

Fue mucho más poderoso el sistema corrupto creado, que la presión ciudadana y mediática. Hoy, no solo aquellos que fueron centro del escándalo siguen matando pacientes por desidia, falta de medicación y atención a tiempo; sino que los que funcionaban medianamente bien, parecen contagiados por el virus del mal servicio.

Produce tristeza saber que Coomeva, que se distinguía por su calidad, pone al paciente a cumplir siete trámites al mes, en diferentes lugares y fechas (como si la gente no trabajara), para reclamar dos tipos de medicamentos: uno POS y otro no POS. Así es el tortuoso proceso:

Medicamento psiquiátrico tipo POS: 1) Tres días antes de la fecha de entrega va a Samein de Almacentro a solicitar trascripción de la fórmula. 2) Vuelve tres días después, la reclama y con ella 3) Va a la Unidad Básica de Atención en la Gran Vía (por la Mota) para reclamar el medicamento. Medicamento no POS: 1) El especialista emite la fórmula. 2) Con esta va a la Casa 1 de la 33 para autorización del Comité Técnico Científico. 3) Debe regresar a los 10 días. Si fue autorizado, 4) A dos cuadras de ese lugar entregan el medicamento; allí las filas empiezan desde las 4 a. m. Los que llegan de día, les toca esperar 6 y 7 horas. Esto recuerda el tristemente célebre Seguro Social.

Hay un agravante: hace más de un mes que Coomeva no da respuesta de algunos medicamentos psiquiátricos.