Columnistas

La defensa de Uribe es la protección de la democracia

01 de marzo de 2018

El respeto, la credibilidad en sus palabras y en su comportamiento decente le han ganado al expresidente Uribe el apoyo de la mayoría de los colombianos de bien, a pesar de las múltiples persecuciones de toda índole que él ha sufrido. Como si a mayor apoyo, mayores amenazas.

Al igual que en las anteriores elecciones, cuando el candidato de su grupo, O.I. Zuluaga, iba ganando, desde el gobierno de J.M. Santos empezaron a descalificarlo y acusarlo de tener un supuesto hacker o investigador para conocer las intimidades de la campaña de su contrincante. Y ¡oh escándalo el que armaron! Maquiavélica persecución la cual finalmente fue descubierta.

Cuando el plebiscito nos llenaron de mensajes catastróficos por si perdía el sí.

Ahora se inventan diferentes pecados y malos comportamientos de Uribe. Pero no. Los colombianos no somos tan tontos, como nos creen desde la cúpula del santismo, aunque con su persecución traten de hacer creer que defienden la patria.

Desde los tiempos de los Lleras yo no sentía igual empatía con un mandatario como el expresidente Uribe. La calidad moral de quienes lo acusan los retrata de cuerpo entero. Claro que en la política la envidia, el chisme y la calumnia son comunes, pero quienes más recurren a esas trapisondas, son los menos idóneos para gobernar. Podemos decir que el odio sin frenos hacia Álvaro Uribe, de varios de sus perseguidores lo ha convertido en mártir y eso también ha conllevado a un mayor respaldo.

La amenaza y la malevolencia sin frenos de ciertos contrincantes políticos y de algunos poderosos ha sido una constante que ha sufrido el expresidente, hombre sencillo, sin relumbrones, sin embargo sigue luchando por su patria aunque podría irse a vivir lejos y olvidarse de tantos improperios.

A pesar del dicho “calumniad, calumniad, que algo queda” hoy, la mayor educación del pueblo, sumada a la comunicación en los diferentes medios de comunicación que circulan en Internet y en celulares, conllevan más verdades que mentiras. Noticias e información que son difíciles de censurar u ocultar, hasta la gran memoria de muchos compatriotas, hacen imposible de tergiversar la historia reciente. “No será menester mucho tiempo ni gastar muchas palabras para persuadir de una verdad a los discretos”, escribió Cervantes.

En fin, aunque haya infamias hacia él, la mayoría de colombianos demócratas respaldamos a Uribe, más hoy, cuando la Corte parece darle mayor credibilidad al señor Cepeda.

Nota: recordemos la opinión del Presidente Santos recién posesionado cuando dijo que Uribe era el mejor presidente de la historia.