Columnistas

La niñez no da espera

06 de marzo de 2018

No estoy de acuerdo con esa frase de cajón que por estos días abunda: la niñez y la adolescencia no son el futuro del país, son el presente. De hecho representan casi el 30% de la población nacional que es menor de 18 años. Considero que esa perversa visión, ha dejado las acciones efectivas por la niñez en un tiempo indefinido... y no es así: ¡La niñez en Colombia no da espera!

En ese orden de ideas celebro la iniciativa de más de 100 fundaciones privadas de todo el país, que se unieron para incidir en el debate electoral y en la materialización de acciones concretas que permitan garantizar los derechos de las niñas y niños de Colombia. Se busca que los candidatos presidenciales y sus equipos técnicos, definan acciones prioritarias en favor de las niñas y niños de Colombia.

Aunque tenemos ley de infancia desde el año 2006, es innegable la ausencia de acciones efectivas y reales para mejorar la calidad de vida de la niñez en Colombia, este movimiento de la sociedad civil busca que a los niños se les cumpla lo que está escrito en el papel. Ha comenzado a incrementar la tasa de mortalidad de niños y niñas, un fantasma que evidencia que el desarrollo no pasa por los más pequeños. Entre 2005 y 2014, 15 299 niñas y niños murieron en el país por enfermedades absolutamente evitables. La tasa de estudiantes y que permanecen en el colegio en las zonas rurales es del 48 %, mientras que en la ciudad es del 82 %. Cabe anotar el número de niños en condición de discapacidad fuera del colegio, es mucho más grande que el promedio general.

Incluso vale la pena decir que el juego es una cosa de niños. La Organización Mundial de la Salud recomienda que los niños y adolescentes inviertan como mínimo 60 minutos al día para jugar. Palabra que no cabe en el léxico de 68.2 % de las familias con dos o más hijos, que viven en condiciones de pobreza.

Ni hablar de los niños y las niñas como víctimas de violencia sexual. Según Medicina Legal, para el 2016 el 86 % de los exámenes médicos por presunto delito sexual, fueron practicados a niñas y niños. De esos casos el 90 % de esos delitos están en la impunidad.

Pero también es necesario configurar a las familias como entorno protector de derechos para nuestra niñez: entre 2014 y 2015 se duplicaron los casos de negligencia y abandono infantil. Y sólo en 2016 se registraron 265 casos de suicidio infantil.

En fin...

La radiografía es más que deprimente y exige acciones ya, que no dan espera. Invito a toda la ciudadanía y a los candidatos presidenciales a pararle bolas al tema, pues la niñez en Colombia no da espera.