La Tierra giró 180 grados, Colombia también
Se le complicó a Juan Manuel Santos el proceso de La Habana. Mencionaré algunas razones. Pero hay muchas.
El terrorismo mundial desatado por el Estado Islámico, EI, y la respuesta de los líderes más importantes de Europa, incluidos el Papa Francisco, Ángela Merkel y Putin.
El informe de la entidad estadounidense encargada de monitorear los cultivos de coca, los laboratorios de procesamiento para convertirla en cocaína y su envío no sólo a territorio norteamericano sino a Europa y el resto del mundo.
En Colombia las Farc, el Eln, las Bacrim son terroristas, trafican con drogas ilícitas, matan con crueldad, siembran minas antipersonal. El Gobierno suspendió la aspersión aérea con glifosato y, en las zonas donde la Fuerza Pública y campesinos intentan erradicarla manualmente, los narcoterroristas están sembrando más minas para evitar que se les acabe tan lucrativo negocio. Y cada vez hay más miembros de la Fuerza Pública y campesinos inmolados o mutilados.
Debido a la casi que suspensión total de la erradicación de cultivos ilícitos, el informe estadounidense dice que Colombia es otra vez el mayor cultivador y procesador de la hoja de coca y que está por encima de Perú y Bolivia.
Volvimos a ser un Estado cocalero. Y, gracias a la dosis mínima, también un país consumidor ¡Qué deshonroso y doloroso primer puesto! No creo que Estados Unidos, a pesar de Obama, se quede callado. Allá la DEA y el Congreso actúan. La mermelada no alcanza para tantos.
El Papa Francisco dijo que el terrorismo en París hace parte de la Tercera Guerra Mundial que, creo, empezó con el ataque a Las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001. Siguió con las caricaturas burlonas de “Charlie Hebdo”. El humor es cosa sería y jamás debe hacerse en contra de una religión y sus seguidores. Con razón el Papa Francisco dijo que no se podía provocar ni insultar la fe de los demás y que la libertad de expresión tiene un límite. Totalmente de acuerdo, porque al mismo nivel de la libertad de expresión está la responsabilidad social y ésta nos impide decir lo que nos venga en gana. Todo lo expresado ha de estar enfocado a la búsqueda del bien común.
Vendrán muchos más ataques del EI. Antier lo hubo en un hotel de Mali. No hay un milímetro de la Tierra que no esté amenazado por el EI. Los islámicos inmolan y se inmolan porque creen que llegan directamente a su dios: Alá. Ellos están en un oscurantismo peor que el Medioevo cristiano, y juntan razones de Estado y Gobierno con su religión. Creen que así “purifican” al Mundo de los que tienen ideas religiosas y/o políticas distintas.
¿Puede haber algo más parecido al fascismo, el nazismo, a las purgas estalinianas, tan bien descritas en “El Archipiélago Gulag”? Pero también a la Revolución Cultural de Mao y al genocidio de Ruanda adonde llegué en 1994 para llorar frente a cadáveres de hombres, mujeres y niños de pantalón corto y camisas de tres botones? ¿Puede haber algo más parecido a los gulags colombianos en las selvas del Caguán?
Ángela Merkel, una de las personas más poderosas del momento, sorprendió a muchos al decir que parte esencial de una reconciliación con el mundo islámico es fomentar el diálogo con los islamistas porque así nos conoceremos y entenderemos, volver al Evangelio, ser cristianos practicantes, ir con más frecuencia a los oficios religiosos en las iglesias y no tener miedo de decir: “Soy cristiano”.
Mientras todo esto pasa, Santos dice que Europa le dará dinero para su proceso habanero. Difícil con semejante amenaza. Con razón mandó a su hermano Enrique a la capital cubana. Las Farc y todos los otros grupos narcoterroristas deben entender que el mundo dio un giro de 180 grados. Que se necesita abandonar el terror y hacer un diálogo constructivo entre creencias e ideologías distintas para llegar a un punto clave: tolerancia y paciencia para ayudarnos a salir de nuestros propios oscurantismos y errores. Está en juego la paz mundial: una utopía posible, obra de todos en esta aldea global.