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LIBERE A PFIZER! POR QUE LAS INVERSIONES SON BUENAS PARA LOS EE. UU.

10 de abril de 2016

Donald J. Trump quiere construir un muro de ladrillo y mortero para mantener a inmigrantes fuera de Estados Unidos. El presidente Obama quiere construir un muro virtual para evitar que las compañías se vayan. Es probable que ninguna de estas acciones funcione.

El lunes, el Departamento del Tesoro emitió nuevas regulaciones en su intento por limitar “inversiones”, en las cuales compañías americanas son adquiridas por compañías extranjeras, rebajando legalmente la obligación tributaria de las compañías americanas. Hablando en la Casa Blanca, Obama dijo, “No debemos permitir que sea legal involucrarse en transacciones simplemente para evadir impuestos”.

Y con eso, la fusión entre Pfizer y la compañía de drogas irlandesa Allergan por valor de $152 billones se acabó.

Dado que en los Estados unidos las tasas corporativas reglamentarias de impuestos están entre las más altas del mundo, y América cobra impuestos a las compañías sobre sus ingresos a nivel mundial, compañías en prácticamente cualquier otro país se convierten en inversiones seductoras. Aquellas en países de bajos impuestos como Irlanda son particularmente populares.

¿Cuáles son los cambios de la Tesorería? Primero, la regulación no permite que ganancias de inversiones en los tres años anteriores valgan hacia el tamaño de la compañía extranjera, la cual tiene que ser de cierto tamaño en relación con un socio americano para que una inversión suceda.

Esto es precisamente lo que puso fin al merger planeado entre Pfizer y Allergan, el cual creció por medio de una serie de inversiones, más recientemente con Actavis (Irlanda) en el 2015.

Bajo las viejas normas, accionistas de Pfizer serían dueños del 56 por ciento de la compañía combinada, suficiente para rebajar sustancialmente sus impuestos en los Estados Unidos. Bajo las nuevas normas, Pfizer sería dueño de entre 60 y 80 por ciento, lo cual lo somete a impuestos mucho más altos en Estados Unidos.

Segundo, bajo las nuevas normas, Pfizer perdería el beneficio de lo que es conocido como “ganancias de desbroce”, en el cual una filial americana puede prestar fondos de la compañía madre en el extranjero y pagar interés deducible de impuestos bajo la ley de los Estados Unidos, reduciendo sus impuestos. La nueva regulación le da al Servicio de Impuestos Interno (IRS) enorme poder sobre esta deuda.

Entonces ¿qué sucede con estas normas? Simplemente, el Gobierno no ve los beneficios de la inversión. Como lo dice la Tesorería en la descripción de la norma: “Típicamente, el propósito principal de una inversión no es crecer la empresa subyacente, maximizar sinergias ni perseguir otros beneficios comerciales. Más bien, el propósito principal de la transacción es reducir impuestos, con frecuencia sustancialmente”.

Nuestras normas también castigan injustamente a las multinacionales basadas en América comparadas con sus rivales extranjeros. Si una multinacional americana quiere traer ganancias del extranjero para expandir su planta en Wisconsin, o construir una nueva, la compañía tendría que pagar 35 por ciento en impuestos sobre las cantidades traídas a casa. Si trae de regreso $100 millones, solo $65 millones estarían disponibles para invertir.

Nuevas reglas molestas no son la solución, sino impuestos más bajos. En lugar de tratar de bloquear las compañías para que no se vayan, el presidente Obama debería hacer a América más acogedora para las sedes globales.