Los cambios de “el Revolcón”
Por Sergio Escobar
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En la edición especial N° 37.000 de EL COLOMBIANO (31/07/2020), se resaltaron 37 hitos de la historia reciente de Antioquia. Uno de esos hechos más significativos fue la creación de la Consejería especial para Medellín, en 1990, en el naciente gobierno presidido por César Gaviria.
Y no era para menos. La ciudad estaba sitiada por el terrorismo, el Estado debilitado jurídica y físicamente; una sociedad que le tocó convivir a la fuerza con el miedo, casi que sin opciones; una minoría que optó por huir del país. Es decir, la ciudad estaba al borde de ser tomada literalmente por fuerzas ilegales.
El 7 de agosto de 1990 se pronunciaba el nombre de Medellín en un discurso inaugural, anunciando la creación de esa Consejería como acto simbólico pero muy real de la preocupación que tenía el gobierno entrante de solucionar el problema de la guerra contra el narcotráfico. Solucionando Medellín, habría un efecto dominó en el resto del país.
A esa administración se le dieron muchos calificativos, pero el más importante de todos fue el de “El Revolcón” porque realmente revolcó al país y para bien; tanto política, como económica y comercialmente. La agenda internacional del país se revalorizó, e internamente asumió el mandato emanado de ese movimiento conocido como “la séptima papeleta”, que le dio el empuje a la naciente carta magna que actualizó a Colombia y la preparó para ingresar al siglo XXI.
Como decía el título del editorial de EL COLOMBIANO del 6 de agosto último, fue un punto de partida del “cambio generacional” que demandaba el país a gritos. Si bien Gaviria llegó por una carambola trágica de la política y del conflicto interno que vivía el país, también fue el punto de partida para una inserción más pragmática de la diplomacia colombiana donde fuimos protagonistas de momentos complejos de la política mundial; llevó al país a valorar más el medio ambiente al nivelarlo a rango ministerial, al igual que el de comercio exterior; coadyuvó en las necesarias reformas de la salud y de las pensiones e invitó a una nueva generación de profesionales a ejercer responsabilidades públicas en el marco de “un nuevo espíritu liberal” como se le conoció en esa administración.
El periodo 1990-1994 fue el cuatrienio donde un relevo generacional tomó el timón del país, sentando las bases para una sociedad más incluyente, abierta e internacional que, liderados por el entonces presidente César Gaviria supo reorientar y preparar a Colombia para la entrada a un nuevo milenio.