Los niños también violan
La semana pasada el tema en Twitter fue que el senador Álvaro Uribe Vélez llamó “violador de niños” al columnista Daniel Samper Ospina y todo el país (al menos quienes lo ven a través de Twitter) tuvo una opinión para ahondar en el asunto. No le restaré importancia a la polémica, solo quiero decir que los violadores de niños no están en Twitter, están en las casas, al lado de ellos viendo televisión, solapándose debajo de sus trajes de cordero.
La semana pasada, en medio de esta discusión, me enteré de algo terrible. En una vereda cuyo nombre no diré porque con seguridad no es el único lugar donde pasan estas cosas, un niño de 11 años y otro de 14 violaron a una niña de 7 años. La encerraron, le quitaron la ropa y la penetraron. ¿Saben qué dijeron los niños? Las típicas estúpidas respuestas que dicen los violadores adultos: Que ella los provocó, que ella les dijo: “vengan les chupo el pipí”. Sí, a ustedes seguramente estas palabras escritas les suenan tan horrible como a mí me resulta escribirlas, pero las cosas hay que decirlas como son y estos niños son violadores, son niños que, como sus padres, seguramente están enfermos de misoginia y están creciendo convencidos de que el pipí les da licencia para pisotear a las mujeres, para someterlas. Al bicho del machismo, que en nuestro país se reproduce en todas las edades, le gustan las mujeres que tienen el espíritu libre, como el que tenía esa niña que era feliz pero ahora tiene miedo de volver a la escuela porque aquellos que creía sus amiguitos de clase, con quienes jugaba en el patio, la violaron, le quitaron la confianza, la libertad, la frescura de la vida.
La niña, con una valentía impresionante, denunció en su casa, le dijo a su maestra que tal y tal niño la violaron. El padre resignado apenas dijo: “Qué le vamos a hacer...”. El comisario del pueblo, un pusilánime como tantos, agregó: “A esos muchachos no se les puede hacer nada”. Por fortuna, la maestra convenció a la mamá de la niña y ya hay una denuncia penal. Yo no estoy pidiendo cárcel, como piden casi siempre las personas aquí, pero sí una sanción, una condena social del hecho. Esta denuncia ante la Fiscalía obligará a Bienestar Familiar a intervenir. Al llevar este caso ante la justicia, todos los niños implicados deberán ser atendidos, como debe ser, y los papás, que mejor no hablar de ellos porque ahí está el origen de todo esto, tendrán que asumir la responsabilidad, así el daño esté hecho.
¿Qué futuro tiene un país donde los niños se convierten en violadores de otros niños? El año pasado, según cifras de Medicina Legal, se registraron en todo el país 17.908 exámenes médico-legales por presunta violación sexual a menores de edad. Ahora sí, respondamos quién es un violador en este país y dónde tendría que centrarse la discusión.