Columnistas

Medellín, el poder de hacerlo juntos

07 de febrero de 2021

Medellín se ha convertido en un referente nacional, regional y mundial de crecimiento económico, desarrollo social y progreso. Su nombre ha dejado de figurar en la lista de ciudades más violentas del mundo para reconocerse internacionalmente por su transformación urbana, innovación, emprendimiento, resiliencia y pujanza. Pasar la página más triste y violenta que padecimos en los años noventa producto del narcoterrorismo, sólo fue posible mediante la unión y el trabajo en equipo.

Y es que, en las últimas décadas, el modelo de ciudad de Medellín se ha planeado y construido a partir de un gran pacto social e institucional que ha involucrado a diversos e importantes actores como lo son la ciudadanía, el sector empresarial, académico, político, organizaciones no gubernamentales, líderes sociales, cívicos y culturales. Cada uno de ellos ha contribuido enormemente al desarrollo de la ciudad aportando su valioso capital social al cumplimiento de objetivos comunes que nos permiten avanzar como sociedad y aspirar a ser siempre mejores.

Los pilares de este gran pacto han sido un trabajo coordinado entre el sector público, el sector privado, la academia y la sociedad civil; una visión integral e inclusiva de la economía que no estigmatiza ideológicamente a nadie ya que a todos se reconocen importantes en los objetivos comunes del desarrollo; y por supuesto, el sentido de pertenencia que ha caracterizado a una ciudadanía aliada de sus instituciones, las mismas que se han forjado desde la legalidad y han funcionado desde un amplio sentido social.

Si hay una ciudad que pueda demostrar el poder de hacer las cosas juntos, esa es Medellín. Hemos sacado adelante proyectos inimaginables trabajando todos de la mano y logrando resultados en temas claves como la reducción de la pobreza y las desigualdades, el mejoramiento de la salud, el fomento de las iniciativas productivas y empresariales, la protección del medio ambiente, el acceso responsable a los recursos vitales, la educación, la cultura, el deporte y muchas otras condiciones que nos han aportado una mejor calidad de vida.

En Medellín, cada buen resultado de un alcalde ha sido producto de un esfuerzo histórico y pensado para el largo plazo. La implementación de uno de los mejores programas de atención a la primera infancia del país como lo es Buen Comienzo, las excelentes prácticas de gobierno corporativo que rigen a EPM y a entidades como Ruta N y Sapiencia, una amplia regeneración urbana en armonía con la naturaleza, un sistema integrado de transporte en constante expansión que beneficia cada vez a más personas, son solo algunos ejemplos de las metas alcanzadas gracias a este gran pacto social que ha generado por más de 30 años un modelo exitoso de ciudad reconocido en el ámbito mundial.

Un modelo que sin embargo parece estar en riesgo dado el ataque sistemático a una institucionalidad que por años ha estado comprometida con políticas públicas que trascienden los gobiernos de turno y ponen a la gente por encima de los antagonismos, populismos e intereses particulares.

Toda la sociedad antioqueña debe cerrar filas en el cuidado y defensa de ese pacto social y modelo de ciudad que quieren debilitar. No podemos ser indiferentes ante lo que está pasando. Debemos actuar de manera coordinada para defender lo que tanto nos ha costado construir: una sólida institucionalidad pública basada en la confianza, un trabajo concertado y articulado entre academia, sector público y privado, la independencia y buen gobierno de las empresas del conglomerado y la protección de lo público frente a cualquier acto hostil que atente contra la transparencia institucional.

¡Es fundamental renovar y actualizar el gran pacto social por Medellín cuidando y protegiendo lo que hemos construido entre todos!