Columnistas

Medellín, por el respeto y la tolerancia

04 de julio de 2019

Por Jesús Eduardo Vélez Mejía

La famosa “cultura paisa”, que nadie sabe qué es, algunos la creen patrimonio de aguerridos antioqueños que eran capaces de medírsele a todo y que dentro del concierto de diversas culturas colombianas eran sorprendentes por su empuje, coraje, arrojo, “hombría” y más. Así fuimos criados, orgullosos y si se quiere arrogantes, siempre nos creímos los mejores y los más grandes.

Pero de un momento a otro nos descuadernamos, la ciudad se empezó a llenar de cordones de pobreza y miseria. Luego llegó el desempleo, las bandas de muchachos haciendo maldades, más tarde la droga, el narcotráfico, sicarios, prostitución, desempleo, etc.

Poco a poco fuimos recuperando la tranquilidad y la confianza hasta el punto que nos volvimos la ciudad de moda. Pero cuando uno ve por las redes y noticieros personajes como el de poncho, carriel, acento montañero y navaja en mano, tumbando, despreciando y destruyendo la bandera multicolor del Orgullo Gay y reclamando para nuestra ciudad “respeto” y la bandera verde y blanca que nos identifica, me lleno de dolor y por mi rostro descienden lágrimas, que más por rabia, por dolor de patria. Es el límite del desprecio por una sociedad o una comunidad que lo único que pide es un espacio social normal como lo tienen otros iguales ciudadanos.