nairobi y el comercio mundial
Uno de los asuntos que tradicionalmente ha enfrentado a los países desarrollados con los en desarrollo en las rondas de negociaciones comerciales a nivel mundial ha sido el de los subsidios a las exportaciones que otorgan los primeros a un conjunto de bienes agrícolas.
Por cuenta de dichos subsidios, los mercados agrícolas mundiales presentan importantes distorsiones que inhiben la producción y la exportación de este tipo de bienes por parte de los países en desarrollo que, en muchos casos, tienen en la agricultura uno de sus principales motores de desarrollo.
Es conocido el argumento de que estos subsidios favorecen la oferta mundial de bienes agrícolas producidos en los países desarrollados y que, si no fuera por dichos subsidios, muy seguramente no podrían producirse ni salir a los mercados internacionales.
Por tanto, en la práctica, si se eliminaran los subsidios a las exportaciones agrícolas, se debería presentar un reacomodo en la producción, la oferta y las exportaciones de tales bienes, pues los países en desarrollo con ventajas comparativas en su producción tendrían la oportunidad de competir, en igualdad de condiciones, con la oferta proveniente de los países desarrollados.
Como hasta ahora en las diferentes rondas de negociaciones comerciales no se ha alcanzado un acuerdo sobre los subsidios a las exportaciones, los mercados agrícolas mantienen las distorsiones derivadas de los mismos.
Este hecho ha servido de excusa a muchos gobiernos para imponer trabas a la apertura comercial de la agricultura y a las importaciones agrícolas provenientes de los países desarrollados. También ha servido para mantener altos niveles de protección al sector.
Infortunadamente, ambas acciones, el otorgamiento de subsidios a las exportaciones y la mayor protección agrícola, se convierten en obstáculos al desarrollo de la agricultura y el comercio mundiales y, en especial, el de los países en desarrollo.
Con este telón de fondo, el pasado mes de diciembre se llevó a cabo en Nairobi (Kenia) la reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en la que, precisamente, se trató el tema de los subsidios agrícolas.
Para sorpresa general, en dicha reunión se logró un acuerdo en esta materia, asunto que, aunque no ha recibido la atención que se merece, representa un gran logro para la OMC como para los países en desarrollo que por tantos años han buscado la eliminación de los subsidios.
Según la Organización, los países desarrollados y en desarrollo se comprometieron a eliminar los subsidios a la exportación de productos agrícolas. Adicionalmente, se aprobaron mecanismos que evitan que los gobiernos puedan adoptar medidas que anulen este propósito.
Los países desarrollados se comprometieron a hacerlo inmediatamente, exceptuando unos pocos productos, y los en desarrollo deberán eliminar los subsidios en 2018 y tendrán excepciones hasta el año 2023.
Este acuerdo, que el Director de la OMC considera histórico, puede representar una gran oportunidad de crecimiento para las agriculturas de los países en desarrollo, incluida Colombia, pues favorece la producción y las exportaciones agrícolas. Cabe esperar que las naciones desarrolladas no utilicen medidas administrativas o técnicas para frenar dichas exportaciones.