Columnistas

Ni siquiera hay cuchara

18 de octubre de 2016

El domingo se conmemoró el Día Mundial de la Alimentación, apenas para haber dado un banquete como el ofrecido por Julio César para celebrar sus victorias en Oriente, en ese momento fueron varios días con 260.000 comensales. ¡El mayor banquete de la historia! Pero no hay palo pa’ cuchara, ni siquiera hay cuchara. El panorama es preocupante, vergonzoso y con un sabor amargo.

Teniendo en cuenta el Índice Global del Hambre 2016, casi 795 millones de personas en el mundo presentan desnutrición, cifra en la que se incluyen las víctimas de la indiferencia en La Guajira y el Chocó. El pasado sábado el hambre cobró la víctima número 61 de este año, con un bebé wayúu de 18 meses. Dios tenga en su gloria a ese angelito.

Y es que la situación de nuestros vecinos chocoanos es escalofriante. Mientras en el interior nos sacamos los ojos por el sí o por el no, y en Bogotá reparten mermelada a diestra y siniestra, las cifras oficiales del Ministerio de Salud, a 2013 (cuando otros temas diferentes al Acuerdo de Paz estaban en la agenda pública), decían que en Chocó 35 de cada 100.000 niños murieron por desnutrición, más que en La Guajira, donde 32, de cada 100.000 infantes fueron víctimas del hambre.

¡Ay Dios!

Pero no hay ni siquiera que salir de Medellín para ver las secuelas del hambre: Según el DANE, más de la mitad de la población en Medellín tiene inseguridad alimentaria. ¡Va una a ver, y sí! Más de una vez he escuchado que la gente no madruga, para ahorrarse el desayuno. Mientras que el DANE reportó en el período 2005 – 2013, 198 muertes de niños por desnutrición en Medellín, la secretaría de Salud del Municipio dice que fueron 20, la diferencia es de 178.

Así como hay presión ciudadana para la consolidación de un Acuerdo de Paz, necesitamos presionar para que no haya ni un muerto más por desnutrición. Ahora que el Gobierno va a ahorrar tanto dinero para la guerra, que se lo dé en comida a los niños. De eso se trata la paz.

P.S: Me está dando susto con este año: el mundo está en riesgo de que el cargo político más importante del globo quede en manos de Donald Trump, en medio de una campaña electoral que deja mucho que desear. Santos recibió el Nobel de Paz y Bob Dylan el de Literatura. Timochenko está de acuerdo con Uribe y le dijo a Arismendi que “Hasta mejor que ganó el No”, y rematan cambiando de Fecha el Reinado Nacional de la Belleza.