Columnistas

NO MÁS DIVISIONES EN LA POLÍTICA CTi

12 de abril de 2016

Hace un par de semanas salió el último informe del observatorio de Ciencia, Tecnología e innovación de Colombia. Informe serio, que tiene datos de varios años atrás y que refleja, en gran medida, el estado de la investigación y la innovación en nuestro país. He sido consistente planteando que la actual administración de Colciencias está haciendo esfuerzos importantes para cambiar el rumbo de la nada buena situación de la CTi en Colombia, pero siendo sinceros, se siente que navegamos en discusiones con los actores del sistema que rondan más en defender su nicho, que en resolver problemas del desarrollo. El centro de la discusión no debe ser dónde se invierte el presupuesto, sino, colocar el presupuesto donde se estén resolviendo retos y problemas que ayuden al desarrollo del país. La discusión no es la ciencia básica o la aplicada, debe ser el problema y el impacto que genera. La CTi siempre será un medio y no un fin.

Cuando el presupuesto es tan bajo, es natural que los actores del ecosistema defiendan sus posiciones, pues se trata de algo fundamental, “la supervivencia”, y el observatorio muestra cómo se han ido marchitando centros de desarrollo tecnológicos y grupos de investigación en universidades, perdiendo la batalla, básicamente porque tienen un solo mercado que es el Estado, específicamente Colciencias. La incapacidad de mirar nuevas oportunidades, ajustar su oferta a una demanda más evidente y conquistando la industria que hoy tanto necesita del desarrollo tecnológico y la innovación para seguir compitiendo. Para el 2014 entraron más de 500 grupos de investigación en inactividad, por muchas razones, considero dos fundamentales: no tener presupuesto y la nueva forma de evaluar la eficacia de estos grupos de investigación por parte de Colciencias, que les exige mayores resultados y por lo tanto muchos no alcanzan a cruzar el umbral.

Si vamos más allá, desde la empresa, el panorama puede ser semejante si hablamos de debilidades, en el 2014 solo se presentaron a incentivo tributario 153 empresas en todo el país y se concedieron las exenciones a 63. Un poco más triste es que en 10 años de las inversiones de Colciencias en CTi solo un poco más del 10 % fue a la empresa, el resto a las universidades y centros de desarrollo tecnológico. Porcentaje bajo, mientras el sector académico reclama que en el nuevo Conpes se les dé más presupuesto. La pregunta sería “y la empresa qué?”.

En conclusión, el día que todos veamos en la CTi una oportunidad para competir, para resolver problemas asociados a las dinámicas nacionales, que la universidad estreche lazos con el sector productivo y las empresas gestionen la innovación bajo modelos de innovación abierta, cooperando con las universidades, la financiación llegará y dejaremos de pelear por el poco presupuesto existentes. Creo que debemos ser más innovadores en la forma de financiar la CTi, es hora que algo nuevo pase para no seguir con la misma discusión de hace 15 años. Dejemos las diferencias y concentrémonos en crear oportunidades para el desarrollo de Colombia.