No piensen que somos inmunes
El dióxido de carbono en la atmósfera del planeta está en los niveles más altos en 800.000 años.
Y los países que con bombos y platillos celebraron el Acuerdo de París para tratar de que la temperatura deje de subir, no se han comprometido lo suficiente con el recorte de emisiones y vamos hacia un planeta 3 o 4 grados más caliente a finales de siglo. Es que de la palabra al hecho...
Todo eso se ha traducido en una mayor amenaza a la salud de las personas, por calor, desastres climáticos, disminución de la productividad y las cosechas, pérdida de empleos y contaminación.
Esos tres hechos son parte de informes serios que aparecieron la semana que termina, de distintas agencias de Naciones Unidas y una organización respetada, The Lancet.
Curioso, pero esta misma semana la encuesta de percepción ciudadana de Medellín cómo Vamos reveló que la ciudadanía está inconforme con el tratamiento que se le da al medio ambiente por parte de la Alcaldía. (No me equivocaría si extrapolo esa percepción al resto del Aburrá).
La contaminación del aire acá no se aleja del informe de The Lancet: hace daño. Pero la gente se queja del tema de los árboles y sí que son contradictorias y tibias las actuaciones de la Administración (las pasadas tampoco sobresalieron).
El déficit de árboles es de cientos de miles, y se están sembrando en las afueras, no dentro de la zona urbana, donde se requieren con urgencia.
De los 15.000 árboles prometidos por el alcalde para el entro, al menos se aseguraron 300 en la Oriental.
La percepción es que se cortan más árboles de los que se siembran. Llevamos años quejándonos de que no hay espacio para sembrar y no se pasa de la quejadera. No se abren esos espacios en la ciudad autodenominada la más innovadora y ni se explora la renovación urbana, entre otras porque no se ha reglamentado el POT.
Y los miles de millones de pesos que compensan los constructores no parecen invertidos en lo que se debería: mejoramiento ambiental.
Todo se enlaza. Medellín no tiene la culpa de la situación mundial, pero poco hace por resguardar a sus habitantes. La percepción es que la administración cree que somos inmunes. A finales de siglo la temperatura promedio de Medellín será 29°C. ¿Lejos? No. Es el momento de actuar.
El tema ambiental es prioridad para el ciudadano, ojalá lo fuera para el gobernante.
Maullido: ¿Cuándo se sacarán los buses del centro?.