Nuevo timonel
Con el nombramiento de Roberto Vélez Vallejo como nuevo gerente general de la Federación de Cafeteros de Colombia se asegura que el nuevo timonel del gremio agropecuario más importante del país sea una persona formada en la industria cafetera y conocedora de la misma.
Igualmente, cabe esperar que su paso por varios cargos dentro de la Federación le hayan servido para adquirir una visión amplia de las oportunidades que ofrecen los mercados internacionales y para conocer el mapa de los retos que representa la competencia cada vez mayor y las estrategias que se deben poner en práctica.
Esta visión amplia y más ilustrada debe servir para reconocer que, de cara a la privilegiada riqueza natural con que cuenta Colombia y el nivel de desarrollo de su caficultura, se necesita una hoja de ruta que haga del sector cafetero un motor de desarrollo de las diversas regiones.
Para ello, se deben reconocer los problemas y las dificultades que enfrenta la actividad cafetera a nivel gremial, productivo, comercial e institucional, pues ignorarlos o taparlos implica un gran costo para los cafeteros y sus familias.
En este orden de ideas, los análisis, las conclusiones y las recomendaciones de la Misión de Estudios para la Competitividad de la Caficultura en Colombia son de gran utilidad, pues ponen sobre la mesa la realidad del sector cafetero. Además, lo hacen desde una perspectiva que considera los diversos ángulos de dicha realidad.
Aunque el informe tiene al Gobierno como su principal destinatario, la Federacafé bien puede mostrarse de acuerdo o disentir del mismo; sin embargo, lo importante es que le sirva para la formulación de su estrategia de desarrollo.
Un punto de vital importancia y que el informe resalta es que el reto fundamental que tiene el sector cafetero es garantizar su capacidad productiva y competitiva. En ella se basa la posibilidad de hacer sostenible el desarrollo sectorial y, por ende, los ingresos y el bienestar de las familias cafeteras.
La baja capacidad productiva de la caficultura la pone de presente la Misión cuando afirma que la incapacidad de Colombia para mantener su supremacía en los mercados internacionales se debe “al rezago en la producción por hectárea en relación con los países competidores, lo cual llevó a reducciones de costos reales menores que en dichos países”.
Otro tema de gran importancia tiene que ver con la institucionalidad cafetera. Los estudios de la Misión (al igual que otro que hizo la Universidad del Rosario hace unos años) muestran que la actual institucionalidad se ha convertido en un lastre para el desarrollo del sector. El cruce de funciones entre el Gobierno y la Federación le resta eficacia a las políticas y a las actuaciones de uno y otro actor.
Esto hace que la negociación con el Gobierno del contrato de manejo de los recursos del Fondo Nacional del Café adquiera gran relevancia para la gestión del nuevo gerente.La forma como se enfrenten estas realidades va a poner a prueba su talante y su capacidad para afrontar los retos que tiene la industria cafetera.