Columnistas

OCDE Y AGRICULTURA

02 de mayo de 2015

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ocde, presentó su informe sobre la revisión de las políticas agrícolas en Colombia. Este informe hace parte de la hoja de ruta que el país acordó para su adhesión a dicho organismo.

El informe incluye una revisión del estado y la evolución de la agricultura colombiana, así como de las causas y los factores que los determinan, al tiempo que hace una serie de recomendaciones sobre las medidas que se deben adoptar.

La Ocde señala cómo, debido a su bajo crecimiento (1,6 por ciento desde 1990), la agricultura ha perdido importancia relativa en la economía (su participación en el PIB pasó de 16,5 por ciento en 1990 a 5,2 por ciento en 2013). Sin embargo, el sector continúa siendo un importante generador de empleo (17,5 por ciento en 2013).

Para la Organización, la agricultura colombiana “ha padecido las consecuencias de la adopción de unas políticas deficientes y afronta importantes desafíos estructurales”. A esto se añade que “el marco institucional de la política agrícola presenta importantes debilidades”.

Como consecuencia de lo anterior, “la baja productividad menoscaba la competitividad del sector”. Adicionalmente, el informe destaca que, aunque el “contexto social [rural] está mejorando a medida que descienden las tasas de pobreza”, la desigualdad sigue “siendo extremadamente elevada” y las brechas con los sectores urbanos “continúan existiendo”.

Para alcanzar un crecimiento sostenible agrícola, la Ocde recomienda la superación de los problemas estructurales que enfrenta el sector. Para ello será necesario que el apoyo a la agricultura se centre en las reformas estructurales a largo plazo (inversiones estratégicas en bienes públicos y políticas de tierra en asuntos como el acceso, los derechos y la tributación).

Igualmente, se requiere “mejorar el marco institucional” agrícola, “reforzar el sistema de innovación” del sector y conseguir una “mayor integración con los mercados agroalimentarios internacionales”.

En general, los diagnósticos y las recomendaciones de la Ocde van en línea con los hallazgos y las propuestas de diversos análisis y estudios realizados recientemente por entidades nacionales e internacionales.

Un aporte valioso del informe de la Organización consiste en la actualización del cálculo del Estimado de Apoyo al Productor (PSE) que se compara con otras naciones. De allí su recomendación de aumentar la transparencia de la aplicación de las medidas comerciales en frontera (franjas de precios y salvaguardas).

A diferencia del enfoque del Plan de Desarrollo del actual gobierno, que hace un mayor énfasis en el desarrollo de los territorios rurales, el informe de la Ocde se centra en el desarrollo de la agricultura como sector productivo.

De alguna forma se puede pensar que, si por fin se le quiere dar a la política agrícola el viraje que se requiere para superar los problemas estructurales que aquejan a la agricultura, y así potenciar y dinamizar su crecimiento, con el diagnóstico y las recomendaciones de la Ocde, esta institución le está proveyendo al Plan los elementos estratégicos de los cuales carece. Además, con estos se establecen bases más ciertas para asegurar que, efectivamente, el progreso les llegue a las gentes del campo.