Columnistas

PELIGROSAS NORMAS DE DATOS DE LA UE

26 de abril de 2016

Ha sido un par de meses duros para Google en Europa. La Unión Europea no solo ha golpeado a la compañía con una segunda investigación antimonopolio, sino que también, en una movida que ha recibido menos cobertura en la prensa pero que podría tener más amplias consecuencias, reguladores franceses la han presionado para restringir resultados de búsquedas por todo el mundo para cumplir con sus leyes de privacidad “derecho a ser olvidados”.

Eso es un problema para una compañía cuyo modelo de negocio está basado en la búsqueda. Pero podría ser un problema aún más grande para los usuarios de internet. Si un gobierno europeo puede controlar lo que las personas en todo el mundo pueden ver en internet, por qué todos los países no pueden hacer lo mismo?

El vaivén entre Europa y Google es la ola más reciente de efectos secundarios de una decisión de la corte más alta de Europa en el 2014 que dio a la gente amplios derechos para obligar a los buscadores a remover resultados de búsquedas personales, incluyendo vínculos a artículos noticiosos y otra información. Personas con conexiones a Europa pueden hacer solicitudes con Google para que ciertos vínculos sean removidos de los resultados de búsqueda.

Google respondió sacando resultados de búsqueda de sus versiones europeas: visitantes de google.fr o google.de no verían resultados prohibidos, pero aún estaban en google.com. Sin embargo los europeos aún podían navegar hacia las versiones no europeas de la compañía. En marzo, los reguladores franceses multaron a la compañía y dijeron que estos pasos no eran suficientes.

En una concesión a reguladores, Google está cambiando eso ahora, usando tecnología de geo-bloqueo para controlar lo que pueden ver los usuarios europeos. Bajo el nuevo sistema, Google no solo removerá vínculos de, por ejemplo, google.fr, sino que también bloqueará a usuarios en Francia de ver esos vínculos en cualquier otro sitio Google de otro país o en el mismo google.com.

Algunos dicen que esta es una solución lógica, evitar la supresión global, mientras permite a un Estado soberano reforzar sus leyes, dentro de sus límites. Pero es un gran paso alejado de la promesa de internet de información universalmente asequible, y un gran paso hacia un mundo de “splinternets.”

Hay varios problemas con esto. Recortar pedazos importantes de la red crea barreras para cualquiera que esté buscando establecerse en internet, desde blogueros independientes hasta organizaciones no gubernamentales hasta empresas. Es poco probable que servicios más pequeños en internet construyan versiones exclusivas para Francia, como lo ha hecho Google. Es más fácil y barato bloquear a usuarios franceses por completo.

Bloquear sectores nacionales de internet también ofrece legitimidad a países como China, Turquía e Irán que por mucho tiempo han controlado la información que sus ciudadanos pueden ver en línea. Los medios noticiosos tienen especial causa para alarmarse por el geo-bloqueo. Los periodistas dependen en gran parte de redes globales para investigar y reportar sobre noticias internacionales.

Pero las organizaciones noticiosas americanas han enfrentado acciones de libelo en cortes extranjeras hostiles, y cuando los demandantes empiecen a pedir geo-bloqueo, los periodistas estarán en las primeras filas.

La privacidad es un asunto real y no debe ser ignorado en la era de internet. Pero aplicar esas leyes nacionales a internet tiene que ser manejado de forma matizada y cautelosa. Estos desarrollos no deberían ser motivados solo por reguladores de privacidad. Departamentos de Estado, Ministerios de Comercio y Justicia, y reguladores de telecom en Francia y otros países europeos deberían estar exigiendo un puesto en la mesa