Perdimos
Aceptamos que nos ganaron en las elecciones del domingo pasado. Aceptamos que no le llegamos a una juventud que no vivió los años de violencia, de narcotráfico, de parálisis de la economía, que no tienen referencias nacionales ni internacionales.
Una juventud que no conoce lo que era Cuba antes de los años sesenta. Cuando ese país era el mayor productor de azúcar, cuando era el eje del turismo en el Caribe y la afluencia de turistas de todo el mundo era el soporte económico para sus gobiernos. Llegó la izquierda al poder, después de un golpe de Estado violento. Empezaron los fusilamientos en el famoso paredón y, con toda esa violencia, llegó la pobreza y la ruina del país.
Esa juventud que votó copiosamente el domingo pasado, no conoció a una Venezuela produciendo petróleo para el mundo entero. Era el país más rico de Latinoamérica, era productor de hierro, de oro. Todo eso se lo ha robado el socialismo del siglo veintiuno y ahora vive de la exportación de la droga que le llega de Colombia.
Votó el domingo anterior una juventud que no conoció lo que vivió Chile a principios de los años setentas, país rico que estaba en la ruina en el gobierno socialista de Allende.
En fin, la juventud llevó a las alcaldías de Bogotá, de Medellín y de Cali, a unos representantes de esa política que ha significado la ruina de los países más ricos de este continente. Ni qué decir de otros países en otros continentes que han regresado del fracaso político y económico de la izquierda.
Confieso que yo no estaba demasiado preocupado con el nuevo alcalde de Medellín. Un joven preparado, conocedor de muchos temas, que se hizo con grandes esfuerzos para salir adelante. Pero, he visto unos videos que desmienten lo que afirmaba de su origen político y otro que desmiente que sea un joven correcto en su proceder.
Negó siempre su relación con Petro, aquel alcalde de Bogotá que estaba acabando con la capital de todos los colombianos. El mismo del gran negociado de la importación de unos carros de basura oxidados y acabados, que nunca pudieron prestar el servicio de recolección de las basuras. Importó un carro tapahuecos que nunca se ha visto funcionando y ha servido solamente para tomarse una foto que le sirvió para su propia publicidad. Las fotos de Quintero con Petro muestran que la cercanía va mucho más allá de unas imágenes.
Lo peor, la grosería. Me llegó un video del primero de noviembre de 2018, en el recinto del concejo de Medellín, que muestra al nuevo alcalde al frente del gerente de EPM. El tema: Hidroituango. Le dice al gerente que los ratones comen queso, se baja del estrado y le entrega un pedazo de queso al doctor Jorge Londoño. Tuvo la prudencia de hablar en masculino de esos fastidiosos animalitos.
Le ruego a Dios que nuestro alcalde actúe apoyado en sus conocimientos y no en las teorías destructoras de los pueblos.
Otro tema preocupante: mi sorpresa fue grande cuando vi a Juan Fernando Cristo y a Rafael Pardo felices acompañando a la alcaldesa Claudia en Bogotá.