Columnistas

Periodismo de tres pesos

20 de octubre de 2015

El pasado 3 de octubre Noticias Caracol emitió la historia de una madre que, al llegar 10 minutos tarde con su hijo de dos años a una cita médica, no fue atendida por el doctor. El informe, de tres minutos de duración, es un rosario de mala práctica periodística que no contrasta fuentes, está inundado de opiniones y no respeta el mínimo equilibro informativo. El doctor nunca habló, según el medio, porque los protocolos de la clínica se lo impidieron.

La “noticia” estaba sustentada en una grabación de celular editada en la que se escuchaban las súplicas de la madre para que se atendiera a su hijo. Las afirmaciones de la mujer eran contundentes: llegó solo 10 minutos tarde, la cita había sido pedida con un año y medio de anticipación y el médico la trató de forma desobligante.

En Twitter y Facebook el informe corrió como pólvora. La reputación del doctor Juan Pablo Riveros, gastroenterólogo pediatra, fue destrozada en cuestión de horas. El abanico de acusaciones iba desde los ataques personales hasta las dudas sobre su profesionalismo.

Dos semanas después, el 16 de octubre, Caracol hizo lo que debió hacer desde el principio: emitir la versión del médico. Riveros, mediante carta, aseguró que la mujer llegó 40 minutos tarde, que la cita había sido otorgada en septiembre y que se ofreció para atender al niño cuando acabara las consultas con los pacientes que estaban a tiempo, pero ella no aceptó. Riveros pidió que se emitiera el video completo y recalcó que el informe afectó de manera considerable su profesión.

El gravísimo problema de la salud no se expone con informes de videos editados por celular. La madre sufre por la angustia de ver a su hijo enfermo y el doctor hace lo humanamente posible para atender una lista interminable de pacientes.

El centro del conflicto no son ellos, es un sistema de salud resquebrajado desde hace décadas que trata a los doctores como máquinas y a los pacientes como números.

Este es un periodismo de tres pesos que no ayuda en nada y lo complica todo. La noticia desequilibrada no tiene reversa. ¿Cuántos de aquellos que vieron el informe se quedaron con la idea de un médico prepotente y desalmado? ¿Cuántos de los que compartieron el informe en Facebook, compartirán ahora la otra versión de la historia?.