Columnistas

Petróleo y agricultura

11 de diciembre de 2021

El petróleo es combustible esencial, e irremplazable a corto plazo, para el desarrollo de múltiples actividades humanas: el transporte, la producción de energía eléctrica, calefacción e iluminación, una gama amplia de actividades industriales y comerciales y, de manera fundamental, la agricultura. Es materia prima esencial de infinidad de productos de uso cotidiano: desde pástico a telas pasando por computadores hasta champú.

En el campo de la agricultura, es absolutamente indispensable en la fabricación de fertilizantes (urea, por ejemplo), fungicidas, pesticidas, plaguicidas, en el riego de las plantas, arbustos y árboles y en la construcción y funcionamiento de invernaderos. El petróleo está presente en todo el ciclo de producción de los comestibles en las plantaciones, y en el trasporte del lugar donde se cosechan al sitio donde se consumen. Es muy escasa la obra u operación humana con la que no se relacione.

Dos noticias acerca del petróleo han tenido en estos días gran despliegue en los medios de comunicación. De una parte, la información del gobierno sobre la adjudicación de 30 nuevos bloques para buscar petróleo y gas con el fin de mantener la autosuficiencia y las exportaciones de este combustible. De otra, el anuncio del candidato presidencial Gustavo Petro de que al inicio de un posible gobierno suyo ordenaría “el cese de la contratación de exploración de petróleo en Colombia”, y agregó: “Es un mensaje claro: vamos hacia una economía productiva, no extractivista”, añadió Petro.

Las críticas a sus propuestas no se hicieron esperar y, dado el peso del petróleo en la economía, se concentraron principalmente en los efectos económicos, fiscales y de comercio exterior, ya que reduce los ingresos de la Nación, desmotiva la inversión extranjera, merma significativamente el recaudo por exportaciones y puede dar lugar a una crisis energética en el país que lleve a un aumento de la energía que consumimos, pero debe destacarse que nadie habló de la importancia capital que tiene el petróleo en la alimentación y nutrición de los colombianos.

Con el petróleo hay en la actualidad dos situaciones que deben considerarse: el calentamiento global y su total agotamiento en poco tiempo. Es evidente que el mundo requiere la transición energética para enfrentar estos graves problemas, siendo necesario para ello acabar la dependencia de los combustibles fósiles y empezar a producir energía solar, eólica y geotérmica en gran escala para que reemplacen la del petróleo, el gas y el carbón mineral.

Sobre el agotamiento del petróleo, hay que advertir que el problema que se presentará no es tanto que no haya gasolina para los automotores, sino que, como afirma Bernd Marquardt, “se suprimirá la subvención fósil-energética de la agricultura, concretamente el abono químico producido industrialmente, los invernaderos y el gas-oil de los tractores”, lo que puede aumentar los niveles mundiales de hambre. Urge, por tanto, enfrentar ya las consecuencias del agotamiento del petróleo en la agricultura