Polarizar problemas, también es un problema.
Por Luisa Fernanda Arango Gil
Universidad Pontificia Bolivariana
Facultad de Com. Social, 4° semestre
luisa.arangog@upb.edu.co
Que “Sí”, que “No”, que Uribe es la solución; no, que Santos es mejor; que este país está de mal en peor; no, que afortunadamente ganó la oposición. Casualmente, concentramos toda nuestra atención y sentido crítico en el tema del acuerdo, en una sola circunstancia que, aunque es esencial, no es la única que debemos cuestionar; pero ¿qué hay de las demás odiseas que envuelven a nuestra patria?, ¿qué pasa con los problemas sociales y económicos de los 32 departamentos que tiene nuestra querida y controversial Colombia?
¿Qué pasa?, que ya no volvimos a hablar, ni a hacer nada por los niños que llevan un tarro de “sacol” en sus manos, en vez de llevar un libro o un balón. Ya no se nos pasa por la mente mencionar el problema de corrupción que ataca a muchas zonas del país; ya no existe el interés inquebrantable por solucionar la complicación ambiental que ha estado padeciendo Colombia desde hace muchos años, a un ritmo constante y perdurable.
¿Hemos vuelto a trabajar en el problema pedagógico de concebir el amor propio incondicional; sin pretensiones y señalamientos?, ¿volvimos a hacer conciencia de los suicidios que ha causado el no tener una aprobación social? Aquí, donde se añora todo el tiempo tener o ser como el otro, nos asfixian los estereotipos determinados por el sistema social y la cultura inherente a la época.
Del mismo modo, ¿dónde son protagonistas las personas perjudicadas por los sistemas de salud? Esas que, físicamente no pueden acudir por su enfermedad sin tratamiento, al mecanismo de participación ciudadana que brinda la Constitución.
Las cosas se tornarán distintas, cuando dejemos de ser personas indiferentes ante las situaciones críticas del país, solo porque “no nos corresponde” o no las experimentamos directamente; no se puede pretender el progreso, si nos abstenemos de comentar, participar y actuar. Empapémonos de todo este universo, para que podamos entender de una u otra manera cuáles son los conflictos internos que siguen impidiendo el desarrollo general del país. ¡Desafiemos la razón y tomemos riendas en los asuntos olvidados por la nación!.
*Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión
joven. Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsables sus autores. No comprometen el pensamiento editorial de El Colombiano, ni las universidades e instituciones vinculadas con el proyecto.