Columnistas

PORNOS Y PROSTIS, ¿CADA VEZ MÁS JUVENILES?

13 de diciembre de 2015

La primera en llamar mi atención sobre este tema fue mi hija: “Ma, deberías escribir sobre la oferta descarada de prepagos en Instagram. No solo ofrecen ‘modelos acompañantes VIP’, sino que también fomentan la prostitución con avisos como: ‘¿Eres mayor de edad? ¿Quieres formar parte del selecto equipo de modelos prepago y acompañantes ejecutivas de la ciudad de Medellín?’...”.

El segundo fue un amigo: “¿Sabías que en nuestro pueblo hay niñas que son actrices porno? ¿Y sabías que el novio de una de ellas es su propio agente? Lo más sorprendente es que sus familias tienen platica, luego no es por necesidad...”.

Y una amiga desde Cali manifestó su angustia: “Veo muchas niñas de 10, 11 o 12 años jugando a ser jovencitas busconas en vez de estar todavía vistiendo muñecas y no ellas haciendo de muñecas para que algún depravado las desvista hasta por una recarga de celular...”.

Lo acepto: No soy modelo nuevo. Nací, crecí y voy llegando a vieja con un dispositivo interno diferente a los de ahora. Sé que la educación ha cambiado, que los niños hoy son mucho más independientes, los papás muy “respetuosos” de esa independencia y los parámetros sociales tan flexibles que las perversiones, si es que las identificamos, se nos vuelven paisaje.

Y no por eso considero la opción de quedarme callada. Incluso sabiendo que la pelea puede darse por perdida, me resisto a aceptar que la nuestra sea una sociedad de zungas y zungos, porque la prostitución es ejercida por hombres y mujeres, aunque la degradación social producto de esta actividad se juzgue siempre en femenino.

Con el indiscutible poder de convocatoria de las redes sociales, me sorprende que ese tipo de publicaciones no sean reguladas ni controladas por nadie, aunque supongo que los oferentes tienen cédula y capacidad de decisión, así que allá ellos.

Pero me conmovió un video de las nuevas “estrellas” del cine porno en acción. Sus caras, aún con rasgos infantiles, no concuerdan con sus cuerpos hechos sobre pedido (lo que les pusieron quedó extragrande comparado con la inocencia que delatan sus gestos), sus miradas son tímidas y revelan su inexperiencia en esas lides. ¿Saben sus padres a qué se dedican estas mocosas? ¿Invirtieron ellos en la herramienta de trabajo de sus hijas? ¿Los que no lo han hecho se habrán preguntado cómo pagaron ellas esas intervenciones? ¿O se harán los bobos? ¿Es usted uno de estos? Piénselo.

Me pregunto también si las habrán educado para conseguir plata como sea. Quiero dudarlo, pero es posible. Los seres humanos solemos ser más materialistas que reflexivos y racionales.

La prostitución juvenil es otro problema sobre el que las autoridades no parecen tener el control ni las familias ninguna autoridad. Llámense “modelos acompañantes”, “acompañantes ejecutivas”, actrices porno o niñas busconas, si la ejercen por necesidad es una bofetada a la inequidad social, pero si es por gusto, es otra bofetada a la dignidad del ser humano.

Si bien la prostitución es ejercida en todo el mundo, no sobra recordarles a muchos de nuestros jóvenes que su práctica es una tragedia social que puede tener consecuencias desastrosas: Explotación, servilismo, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y baja autoestima, entre muchos etcéteras. Claro que los “acompañantes VIP” sabrán cuidarse, pero no todos han alcanzado esa categoría... todavía.

P. d. Los “suripantos” son más atrevidos: Se ofrecen anunciando los centímetros de “dotación”. Estamos jodidos....