Columnistas

PRIORIDADES DE CIUDAD: TRANVÍA DE LA 80

12 de febrero de 2018

Por FELIPE VÉLEZ ROA*
felipevelezroa@gmail.com

Medellín ha avanzado mucho en los últimos años y aún queda un largo camino por recorrer. Hay evidencia académica que dice que las sociedades que trazan planes a largo plazo avanzan más rápido y en una misma dirección. Por eso es importante que se retomen espacios de discusión para concertar nuestras prioridades. Desde la academia se deben promover acciones para impulsar un plan estratégico de ciudad que trascienda los periodos de gobierno. Debemos definir como sociedad cuáles son las obras que se necesitan para los próximos 20 o 30 años y así avanzar en cada uno de los gobiernos sin politizar los debates técnicos, para no caer, por ejemplo, en situaciones como la de Bogotá, donde se demoraron muchos años para ponerse de acuerdo en el sistema de transporte masivo.

En esta dirección, quiero hablar del Tranvía de la 80, un proyecto de gran importancia para la ciudad que, en la pasada campaña a la Alcaldía de Medellín, se propuso como prioridad y así se estableció en el actual Plan de Desarrollo; pero fue al conocer de cerca el proyecto que entendí su profundo impacto en tantas problemáticas que tenemos. Sería importante que todos los medellinenses entendamos sus beneficios, su importancia y lo sintamos nuestro.

La elección de esta alternativa como la mejor tecnología de transporte para el corredor de la 80 contó con varios estudios que contemplaron diferentes criterios, entre otros, demanda actual y futura, limitaciones técnicas del corredor y la huella medioambiental.

Medellín requiere una solución acorde a la problemática ambiental que hoy padece. Más del 80 % de la contaminación viene de los carros y las motos. Necesitamos soluciones de fondo y estructurales; debemos aumentar la oferta de transporte público y qué mejor manera de hacerlo que en el corredor más importante de la ciudad después del río, con una tecnología que funciona 100 % con energía renovable.

Con un sistema de buses, el corredor de la 80 colapsaría por el alto número de buses y las frecuencias que se requieren para transportar los casi 300 mil pasajeros diarios que tendría el sistema.

El tranvía cambiaría para siempre la ciudad: habría nuevas centralidades alrededor de sus estaciones, sería un corredor vital y productivo y por supuesto sostenible, con impactos transformadores en cultura y convivencia ciudadana. En las ocho comunas y más de treinta y cinco barrios que impacta este proyecto, reside cerca de un millón de personas; el sistema de movilidad es muy importante, pero es más significativa la recuperación del corredor para los ciudadanos, que se recupere el espacio público con amplios andenes, zonas comerciales, completamente reverdecido para contrarrestar el déficit de árboles, para mejorar el clima y otros problemas ambientales como la falta de permeabilidad urbana.

Este proyecto impulsaría de manera muy efectiva el desarrollo urbano del Occidente, con el que la ciudad tiene una deuda histórica en materia de infraestructura. Ojalá en la campaña presidencial los candidatos se comprometan decididamente con este proyecto y los ciudadanos estemos vigilantes para que en los grandes proyectos de movilidad e infraestructura de la nación haya lugar para Medellín y para el Tranvía de la 80.

* Exdirector de Planeación de Medellín, exgerente del Tranvía de la 80.