Propuesta para un cambio
Por José Fernando Jiménez G.
Universidad Católica Luis Amigó
Facultad de Idiomas, 5° semestre
josefer17@hotmail.com
Se viene un cambio. Esta parece ser la consigna de quienes aspiran a llevar las riendas de el país del Sagrado Corazón a partir del 7 de agosto de 2018. Son cuatro palabras que reúnen en esencia el futuro que proclama un país ávido de un aire fresco. Desde la seguridad, la inclusión, la educación y la legalidad, un puñado de honorables ciudadanos emprenden una tarea quijotesca de convencer a 36.000.000 de ciudadanos que son lo que la nación necesita. Y como ocurre cada cuatro años, solo son monólogos. Falta algo fundamental para la democracia: el diálogo entre aquellos habilitados para votar.
Dialogar es una de las habilidades más difíciles para los colombianos. Puede ser por la diferencia cultural entre regiones. Puede deberse a las diferencias cada vez más marcadas entre clases. Podría ser el tradicionalismo electoral de marcar el partido y los demás no importan. ¿Y si simplemente es nuestra incapacidad de escuchar al otro sin que nuestras pasiones personales se interpongan?
Pienso que es este último. Cuando se trata de política, somos un país polarizado; nos declaramos de un color y punto. No hay discusión. Mi candidato es el que Colombia necesita y los otros no sirven. Ahí es donde falla la democracia. Un pueblo que no es capaz de sentarse con el otro, escuchar su opinión, digerirla y refutarla con argumentos cuerdos y constructivos, es un pueblo que está condenado a suplicar por un cambio cada cuatrienio. ¿Qué tal si en lo que resta de acá a las elecciones hacemos las cosas diferente?
Propongo encuentros entre amigos y familiares. Vamos a la tienda de don Álvaro y entre todos hablemos objetivamente de lo bueno y lo que se puede mejorar de cada candidato. Salgamos después del partido y tomémonos unas cervezas discutiendo sobre nuestro preferido sin atacar al otro. Sentémonos en la cena y reconozcamos que las opiniones diferentes, bien argumentadas, son válidas así no vayan con nuestra ideología. Propongo, colombiano, que generemos conciencia y votemos sin rencores y sin rencillas. Votemos a conciencia e informados. Se viene un cambio y está en nosotros que sea prometedor.
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