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PRUITT ESTÁ EQUIVOCADO CON LA QUEMA DE BOSQUES PARA ENERGÍA

07 de mayo de 2018

Por WILLIAM H. SCHLESINGER, Y OTROS

Mientras Scott Pruitt, administrador de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, se preparaba para defenderse ante el Congreso la semana pasada con respecto a acusaciones de gastos extravagantes y otras impropiedades, encontró tiempo para viajar a Cochran, Georgia, para dirigirse a la Georgia Forestry Association.

El día después del Día de la Tierra, anunció una política más que hará daño al ambiente que se supone está protegiendo. Le dijo al grupo que la EPA ahora declararía que la quema de madera de los bosques que se manejan para la producción de energía de las centrales eléctricas y otras fuentes estáticas es “carbono neutral”.

Con eso quiso decir que, según la agencia, no habría emisiones netas de dióxido de carbono hacia el atmósfera, porque volver a sembrar el bosque que había sido talado y quemado podría compensar esas emisiones. Esta determinación podría hacer que sea más fácil para las centrales de combustión de madera obtener la aprobación regulatoria.

Pero la declaración de Pruitt contradice algunos hechos. Quemar madera de bosques para generar electricidad no es carbono neutral cuando se consideran las emisiones directas de la combustión, sumadas a las emisiones del suelo y la tala y el procesamiento de la madera. Los estudios científicos han demostrado que empeorará las consecuencias del cambio climático durante décadas o hasta fines de este siglo. Esta no fue una decisión basada en la ciencia, sino en la política, un regalo para la industria de productos forestales. Tal como Pruitt lo ha expresado, proporcionará a la industria “certeza” en el “proceso de permisos de la agencia”.

La asociación forestal entendiblemente aplaudió la decisión. “El anuncio del administrador Pruitt hoy refleja el claro consenso científico sobre la biomasa forestal”, dijo Andrés Villegas, el presidente del grupo.

Esta declaración tampoco podría estar más lejos de la verdad. Estamos entre 13 investigadores que se han unido para retar estas aserciones obviamente equivocadas. No somos atípicos en esto. En enero, 796 científicos de los Estados Unidos y Europa enviaron una carta al Parlamento Europeo advirtiendo contra un plan que proporcionaría incentivos para cortar árboles para quemar para obtener energía.

“Incluso si se permite que los bosques vuelvan a crecer”, escribieron esos científicos, “usar la madera cosechada de manera deliberada para la quema aumentará el carbón en el atmósfera y el calentamiento por décadas y hasta siglos”. Y ese es el caso, añadieron los científicos, “incluso cuando la madera reemplaza al carbón, petróleo o gas natural.”

Es ciencia básica. El simple hecho es que cortar y quemar árboles añade dióxido de carbono a la atmósfera, atrapando calor radiante de la Tierra y haciendo más caliente el planeta.

El dióxido de carbono añadido es removido de la atmósfera sólo si el bosque que es talado se reemplaza con una nueva generación de árboles. (Árboles y otras plantas verdes remueven dióxido de carbono del aire y lo usan para hacer hoja, madera y raíces por medio de la fotosíntesis.) Pero el crecimiento toma tiempo, un siglo o más para los bosques nativos, suponiendo que no caigan víctimas de incendios o enfermedad.