¿Qué clase de columnista es usted?
Por NORMAN MESA
Universidad Católica del Norte
Facultad de Com. Social, 8° semestre
norman.mesa@gmail.com
Diariamente, desde las 4:00 a-m., estoy repasando las distintas columnas de opinión en diarios colombianos, muy especialmente los de Bogotá, que por ser la capital tienden a dar cabida a quienes apuntan con sus escritos a temas de interés nacional, pero por supuesto los de Medellín con amplio impacto a nivel departamental.
En el fondo lo que un consumidor de esas columnas quiere, es sopesar las posturas de algunos que considerados “muy versados” en temas de política, justicia, paz, y en general, el manejo del Estado, ayudan con sus argumentos a aclarar dudas y vacíos. Esa es una manera de educar nuestra personalidad política para ser responsables cuando nuestra opinión o voto, sea reclamado por el Estado mismo que quiere legitimar sus acciones.
Y bueno, hay columnistas de todos los estilos, una mayoría cumplen, por la mesura misma y el deseo de criticar positivamente, cuidando de no injuriar ni fastidiar, y de una manera modesta, dan a entender que es su mera opinión, y de ninguna manera la verdad que permanecía escondida y reservada solo para que él la revelara.
A ese tipo de personas, gracias. Ustedes aportan positivamente al engrandecimiento de la patria, pues al entregar a cada lector su conocimiento, nunca sabrán cuándo terminen de recoger la cosecha de su buena semilla.
Al grupo de reconocidos columnistas que hacen de su producto un monólogo de insultos y diatribas semanales contra personajes de la vida pública, aprovecho para manifestarles que están equivocados. El privilegio de tener a su disposición una columna en un periódico reconocido por su trayectoria, no les da el derecho de hacer migas con personas que circunstancialmente son muy visibles dado el rol que desempeñan.
Ni más faltaba que las columnas carezcan de argumento, pues es su esencia y la evidencia para quien las devore, de que su autor investigó o conoció de primera mano información puntual, tampoco se trata de coartar el derecho a la libertad de expresión. El columnista permanente ya tiene ascendencia social, reconocimiento y prestigio, así que bien haría en aprovechar su espacio para construir. Lo de destruir que lo hagan otros.
*Taller de Opinión es un proyecto deEl Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opiniónjoven. Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsables sus autores. No comprometen el pensamiento editorial de El Colombiano, ni las universidadese instituciones vinculadas con el proyecto.