Que florezca bitcoin
Las innovaciones tecnológicas que hacen más rápido y fácil interactuar directamente con la gente han suscitado algunos de los periodos de crecimiento económico más grandes de la historia reciente. Los consumidores se han beneficiado en mucho por los productos y servicios nuevos que han reducido los costos y mejorado la vida. El correo electrónico aceleró e incrementó de manera espectacular la comunicación entre las personas. Los servicios de viaje compartido conectan conductores con pasajeros de manera más rápida y barata. Los cursos en línea abiertos a todos conectan rápidamente a estudiantes con profesores de todo el país.
La característica en común de todas esas herramientas es que conectan directamente a personas de igual a igual, al tiempo que les dan a los empresarios instrumentos para controlar y mejorar su vida.
Las finanzas son un área en la que no siempre se considera que la innovación sea algo bueno. De hecho, después de la crisis financiera, la idea predominante era que la mayoría de las innovaciones financieras, como los productos derivados, eran peligrosas. Sin embargo, en los últimos años, bitcoin ha resultado ser una plataforma financiera que, conforme a la tradición de Internet, faculta a las personas para interactuar directamente entre sí, al tiempo que constituye una plataforma para la innovación de los empresarios.
Por ejemplo, así como el sencillo protocolo de mensajes de texto permite enviar y recibir mensajes en todo el mundo por una fracción del costo de una estampilla postal, bitcoin permite, entre otras cosas, que haya una trasferencia de valor igualmente sin tropiezos. Podríamos llamarlo el efectivo digital o el “correo electrónico del dinero”.
El impacto positivo de bitcoin es más claro en las trasferencias internacionales de dinero. En la actualidad, trasferir dinero al extranjero cuesta casi 8 por ciento de la suma enviada, debido en gran parte a la compleja red de terceras partes que necesitan dar su aprobación. Con bitcoin y su libro mayor público, esos costosos intermediarios son innecesarios.
Sin embargo, este obvio beneficio es apenas el principio. Al igual que internet en general, en la que está basada, bitcoin es un sistema global y abierto. Cualquier persona con una computadora y conexión a internet puede conectarse en la red y participar. Ahí radica su potencial más promisorio. Así como a internet se le permitió florecer limitando el control del gobierno en el protocolo que le da sustento y en su desarrollo, así debería de ser con bitcoin.
Por muchos años, bitcoin estuvo en el borde del paisaje tecnológico mientras desarrolladores y usuarios trabajaban para mejorar su funcionalidad y extender su alcance. Los emprendimientos de bitcoin y el ecosistema en general de divisas digitales han entrado en la corriente convencional, recibiendo importantes inversiones de capital de riesgo por parte de la Bolsa de Valores de Nueva York, Andreessen Horowitz, Goldman Sachs y otros. Nasdaq está experimentando con transacción de valores en la base de datos de bitcoin.
Al igual que en otras áreas, tenemos que alcanzar el debido equilibrio entre reglas útiles, que protejan y sostengan el progreso, y aquellas que sofocan la innovación y el crecimiento económico. En efecto, plataformas como Coinbase ya cuenta con las robustas protecciones requeridas por terceras partes, como la Bolsa de Nueva York, lo que ilustra su compromiso con la protección y la seguridad del consumidor.
Las propuestas de imponer pesadas regulaciones en plataformas de monedero bitcoin, con el fin de combatir los usos ilegales, prácticamente no harían nada por resolver el problema fundamental. El único resultado real de tales regulaciones sería dificultar el uso de los monederos bitcoin para los usuarios legales que simplemente quieren aprovechar esta tecnología para facilitar transacciones sin problemas entre partes.
Ese resultado sería trágico, especialmente dado que la industria está encaminándose a un crecimiento explosivo. Con varios millones de usuarios regulares y un enorme potencial aún sin explotar, bitcoin está bien colocado para encabezar una transformación cultural que desemboque en mercados más globalizados y en nuevos modelos de negocio.
Es esencial que los responsables de las políticas consideren cuidadosamente un enfoque equilibrado para determinar las soluciones regulatorias más efectivas para la plataforma.
Unas reglas significativas y ligeras que crearan las necesarias salvaguardas para los usuarios serían un añadido muy bienvenido en la evolución del ecosistema de bitcoin, pero no debemos sofocar inadvertidamente el crecimiento y la innovación del servicio que se trata de regular. En lo que se refiere a bitcoin, simplemente no podemos darnos ese lujo.