REENCUENTRO CON LA CELEBRACIÓN COLOMBIANA DE LA NAVIDAD
Por CECILIA VÁSQUEZ-SMITH
Vine a pasar la Navidad en Antioquia después de muchos años sin hacerlo. Llevo más de 35 años viviendo en el exterior, en varios países, y desde 1999 no pasaba las fiestas decembrinas en la tierrita. Así en el exterior los colombianos, y en particular los paisas, sigamos rezando las novenas para sorpresa de nuestros allegados nacidos y criados en esas otras culturas, nada como el ambiente que se siente aquí en esas reuniones familiares tan generosas en sentimientos ¡y en comida y trago! Debo decir que en los países del Norte, si bien se celebra la Navidad, el afán de la vida diaria poco cambia y aunque sí se llenen los comercios y se congestionen las calles donde están los grandes y medianos almacenes, en general no se asume esta época como un receso para desconectar de tantos afanes.
Muy congestionado Medellín y así y todo mis nietos y yo disfrutamos el ambiente, el olor de la leña de la paila natillera y los buñuelos y demás tradiciones. Mis familiares de aquí nos advertían un poco sobre la locura que las épocas navideñas traen, nos afectó sobre todo el uso de la pólvora en los barrios, en cualquier calle, que mis nietos solo ven el 4 de julio y pocos días más. Al final, una recarga para volver a otros mundos tan distintos.