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¿RUSIA ESTÁ PATROCINANDO EL TERRORISMO?

23 de abril de 2018

Por CORY GARDNER
redaccion@elcolombiano.com.co

A pesar de la imposición de sanciones sin precedentes contra Rusia por parte de la administración de Trump y el Congreso a lo largo del último año, el presidente Vladimir Putin sólo parece dispuesto a causar un daño grave a la paz y la estabilidad internacionales.

Junto con aumentar las sanciones financieras contra el Sr. Putin y sus amigotes, hay otra flecha en la aljaba americana que sumaría presión diplomática contra Rusia: el Departamento de Estado debería considerar añadir al país a su lista de patrocinadores del terrorismo, junto con sus aliados cercanos Irán y Siria.

El caso moral para tal designación es sólido. Rusia ha invadido a sus vecinos Georgia y Ucrania, apoya el régimen asesino de Bashar al-Assad y nuestros enemigos en Afganistán, y está involucrado en una activa guerra de información contra las democracias occidentales, incluida la intromisión en las elecciones estadounidenses de 2016.

Esta semana, la Organización para la Prevención de Armas Químicas anunció que el Kremlin había cruzado otra línea previamente inimaginable, cuando confirmó los hallazgos del gobierno británico de que un agente nervioso de grado militar ruso, que las autoridades británicas identificaron como Novichok, se usó para envenenar a un exagente de inteligencia ruso, Sergei Skripal, y su hija en la ciudad inglesa de Salisbury.

Rusia ha negado las acusaciones, pero la evidencia es abrumadora. También lo es el significado del ataque: Rusia ahora es oficialmente responsable de un ataque con armas químicas contra un Estado miembro de la OTAN en su propia tierra.

Esta alarmante confirmación llega en los talones de horribles ataques químicos por parte del Sr. Assad contra su propio pueblo en Siria. Él está en el poder sólo porque el Kremlin le da extenso apoyo diplomático, militar y económico. El uso de armas químicas contra civiles es ilegal bajo la ley internacional, en particular la Convención de Armas Químicas.

También hay evidencia de que Rusia está jugando en ambos lados del conflicto en Siria -defendiendo al asesino régimen de Assad, pero también alimentando la insurgencia radical en contra de él. Reportería por los medios de Ucrania ha demostrado que Rusia ha ofrecido apoyo material al Estado Islámico, incluso asistencia en el reclutamiento. Según estos informes, el Estado Islámico ahora cuenta a miles de yihadistas que hablan ruso entre sus fuerzas.

También sabemos que Rusia está aumentando su apoyo a los insurgentes antiestadounidenses en Afganistán. Además, la guerra ilegal e inmoral de Rusia contra Ucrania no muestra señales de acabarse. Desde la anexión de Crimea en 2014 por parte de Rusia y el posterior apoyo de los representantes controlados por Rusia en la región de Donbas, la comunidad internacional no ha respondido adecuadamente a la continua agresión rusa, y ha habido un precio devastador a pagar.

Es por esto que pienso introducir legislación que requeriría que el Departamento de Estado tome la determinación dentro del plazo de 90 días si la Federación Rusa cumple con el criterio para ser designado como un patrocinador estatal de terrorismo. Si la respuesta es afirmativa, Rusia enfrentaría restricciones a la asistencia extranjera americana.