Salgar: Precisiones 100 días después de la tragedia
Pensaba escribir que el mundo no es ni para los flojos ni para los tibios. Y menos, para quienes no sienten dolor auténtico y solidario por la situación de sus compatriotas sacados de Venezuela a las patadas. ¿Qué más se puede esperar de Maduro, de su amiga, nuestra Canciller, de su amigo JM Santos y su cuasi empleado Ernesto Samper?
Pero un informe del jueves en la página 12 de este diario sobre la reconstrucción de Salgar me obliga a precisar y concretar para que la gente no crea que todo está solucionado y que los salgareños viven felices y duermen en paz porque ya tienen un techo digno y el apoyo que merecen.
No es verdad que la atención humanitaria se cumple en un 100%, como afirma el Gobierno Nacional. En la misma página, Marta Mejía, habitante del sector de La Margarita, dice que todavía se siente temor, que la tristeza continúa y muchos siguen solicitando ayuda sicológica, que la gente duerme con miedo por los rumores de más movimiento de Cerro Plateado. Mejor testimonio del débil apoyo psicosocial, no hay. Y habla quien sufre los duelos en carne propia.
Solidaridad por Colombia y Antioquia Presente, expertas en apoyo psicosocial, no han podido actuar para ayudar a elaborar los duelos por la pérdida de seres queridos y de los bienes materiales. ¡Cómo duele saber que muchos salgareños no tienen un sueño reparador y que los niños se levantan en la noche con linternas a observar el cauce de La Liboriana! Las casas se reconstruyen con materiales. Los hogares, con apoyo psicosocial.
241 familias están en viviendas arrendadas. De estas, 183 tienen sus arrendamientos legalizados. 58 no tienen legalizado su contrato de arrendamiento. ¿Otros, en qué condiciones estarán? ¿En carpas? ¿Quizás hacinados en albergues?
La familia Posada, dueña desde hace más de 200 años de la finca La Margarita, donó un terreno a la Corporación Dirigentes del Suroeste Antioqueño. Allí se construirán 30 viviendas de 70 metros cuadrados cada una, siguiendo el modelo de la casa campesina cafetera y con el concepto de aldea para ayudar al tejido social. Cada casa tendrá un solar. Esta es la llamada Aldea La Margarita, excluida del proyecto gubernamental.
Ni el Ministro de Vivienda ni un delegado suyo se ha reunido con el presidente de la Corporación, doctor Hernán Darío Saldarriaga, para conocer dicho proyecto. Como están las cosas, parece que todo tendrá que ser hecho con donaciones particulares y se espera poder entregar las primeras 15 casas en diciembre. Ha habido mucha generosidad, pero todavía faltan muchas donaciones en dinero o en especie para lograr ver realizado el sueño de la Aldea y, sobre todo, ver que 30 familias tienen un hogar digno que les ayude a recuperar la esperanza, la confianza y a dejar atrás sus dolores y miedos.
En la misma finca hay un lote seleccionado en el que el Gobierno hará casas. El nombre escogido es La Pradera.
Es verdad que el Gobierno Nacional ha reconstruido y limpiado puentes vehiculares y peatonales, pero aún faltan 2 por hacer. Tal vez ya esté terminada la obra de mitigación del riesgo en el sector de la quebrada Los Chorros de Silva, sin embargo, este rubro va en un 46 %.
Que haya tres lotes seleccionados no significa que ya estén negociados y menos, comprados. De hecho, no lo están. No nos explicamos cómo dicen que en diciembre entregarán viviendas. ¿Cuántas y dónde? Tal vez una que otra casa en el casco urbano. Por eso no se comprometen con un número preciso.
Dice el Gobierno Nacional que arrancarán trabajos el 13 de octubre. ¿Sin comprar los lotes? Que los lectores no se confundan y que el Gobierno no crea que Aldea La Margarita es su obra. Es obra de la solidaridad ciudadana.