Columnistas

SAMPEDRO

26 de julio de 2016

Colombia es un país que no acaba nunca de sorprender. Lo escribo, no solo por su biodiversidad, sino también por su gente. La semana pasada me encontré con una de esas sorpresas que te devuelven el aliento, y te permiten pensar que en Antioquia podemos fabricar tecnología de punta y no ser solo seguidores y usuarios de las que se desarrollan en países de primer mundo.

Industrias médicas Sampedro, es una fábrica que deriva su nombre del apellido de su fundador, quién en el año 1983 y, con esfuerzo y disciplina de buen paisa, le da vida a un pequeño taller en la ciudad de Medellín dedicado a la metalmecánica. Poco a poco, y gracias a la calidad de su trabajo, ingenio y perseverancia, se gana la confianza de algunos médicos cirujanos locales para recortar, pulir y ajustar implantes óseos, que son de uso frecuente para la corrección de diferentes malformaciones o fracturas óseas. Hay que recordar que hasta la llegada de Sampedro la mayoría de estos implantes eran importados y fabricados por la multinacional Jhonson & Jhonson.

Cuando su fundador fallece, uno de sus hijos toma las riendas del negocio. José Juan, gran conocedor de la empresa y del legado de su padre, le inyecta una nueva estrategia y esta crece de manera importante. En el año 2009 se profundiza la crisis del sector salud y la cartera de Sampedro se deteriora. En medio de las dificultades José Juan ve la oportunidad de reinventar su negocio. Es cuando, de manera inteligente, busca nuevos socios, para que no solamente le inyecten capital, sino también darle mayor sofisticación a los procesos y productos y dar el salto para ser una empresa de talla mundial. En este período se fortalece la estrategia y con los nuevos socios adquieren un porcentaje importante de C2R. Una start up fundada por dos ingenieros de Eafit, especializados en la Escuela de Ingenieros de METZ en Francia, dedicados al diseño y prototipaje de diferentes piezas poliméricas y metálicas. Y es con esta alianza que se da todo un fortalecimiento al desarrollo tecnológico y de producción sofisticada en la empresa. Con el tiempo logran ajustar la estrategia de innovación en dos áreas, la primera donde industrias Sampedro se encarga de desarrollar de manera permanente innovación incremental y C2R se concentra en diseñar y desarrollar las innovaciones exponenciales y disruptivas.

Hoy día, la empresa cuenta con más de 160 empleados, Phd y Msc y en un período de 4 años han solicitado 4 patentes en el ámbito local e internacional. Además, tienen más de 25 artículos internacionales en revistas especializadas, dominan en gran medida el mercado nacional logrando desplazar la competencia internacional y, lo más importante, sus productos de implantes craneales, de tibia, peroné, cumplen con los protocolos internacionales, lo que hoy los hace productos de talla mundial.

Esta es la demostración de que cualquier empresa, en este caso una pequeña, puede dar un salto tecnológico importante, apostando por una estrategia clara, identificando el recurso humano competente para desarrollar nuevas capacidades, teniendo clara la ruta tecnológica y como cerrar sus brechas, pero además con una gran visión en el área administrativa y financiera.

No nos extrañemos si en un futuro próximo vemos a esta compañía exportando a los países más desarrollados sus productos médicos de implantes en Titanio con electrónica, que ayude a la memoria de los humanos, con un sello que diga: Made in Caldas, Antioquia.