Sí, es un salto al vacío
¿Cree usted que los colombianos somos bobos y tragamos toda clase de cuentos como nos creen los gobiernistas? No y no, somos una raza recursiva, pujante, trabajadora y defensora de la democracia. Las mayorías ya estamos resueltas a votar No en el plebiscito, sin creer cuentos chinos, ni amenazas de guerra o calificativos de guerreristas, estereotipos para descalificar a los contrarios. Estamos en la era de las comunicaciones, además de los grandes medios –radio, prensa y TV- receptores de los inmensos capitales que deja la publicidad política- hoy el mundo está informado de muchas maneras, siendo internet el sistema que más contribuye a la democratización de la información. ¿Cuántos millones de celulares hay en Colombia y cuántos lugares de reunión? Hay que votar independientemente, por convicción propia, sin consejeros, aunque sea el del tradicional sacerdote consejero, pues él es ideal para asuntos de Fe, mas no políticos. El más sensato comentario es el de monseñor L. Ramírez, obispo de Garzón, Huila, de solo votar calmadamente después de conocer todos los acuerdos.
Muchos de los que saben de economía dicen que en este gobierno las cosas no marchan bien. Sintetizando al máximo sus conceptos vemos que: la deuda del país sube y sube, al igual que la inflación, el precio de las acciones baja y baja (ocasionalmente se recuperan), se extiende el desempleo y la alarmante calificación negativa al país por parte de tres grandes firmas internacionales calificadoras de riesgo (dos en febrero, una hace 20 días). A todo lo cual se suma el constante derroche oficial tanto en nuevos nombramientos de cargos inexistentes en años recientes como el del Ministro del Posconflicto (sin firmarlo), el cargo del expresidente Gaviria como coordinador de la firma por el Si para el plebiscito, junto con la creación de 100 sedes para ese fin. Mientras el Si recibe toda clase de apoyos socioeconómicos, el No carece de todos ellos. Paralelamente hay que recalcar el despilfarro en publicidad en los medios afines al Presidente, sin olvidar los gastos en Cuba, solo imaginados en millones de dólares durante 4 años, mientras en Colombia la pobreza es galopante.
Tanto le ha cedido Santos a las Farc, que algunos se preguntan ¿quién gobierna hoy, las Farc o Santos? Ya hasta utilizan lenguaje parecido, incluso el ministro Villegas dijo que van a reorganizar las distintas ramas del Ejército, pero algunos dicen que es para disminuir el número de soldados, una de las exigencias en Cuba. También es grave la información según la cual el Frente Primero de la guerrilla no entregará las armas y varios frentes están al borde de la disidencia, los frentes 57, 7, 16, y 44. Es muy difícil que las Farc dejen totalmente el lucrativo negocio de la coca. ¿Se “dividen para reinar”?
Aunque es poco lo que se conoce de lo pactado, algunas encuestas de mediados del mes de julio, señalan que el 70,17 % de los colombianos no están de acuerdo con lo que se conoce de lo negociado, de igual manera, la revista Semana publicó que el 84 %, considera que líderes de las Farc deben pagar cárcel (el IRA, en Irlanda pagó cárcel y pidió perdón). Y ante las múltiples incongruencias de Santos, a pesar de su gran publicidad, crece su imagen desfavorable: W. Radio, 69 %. Y sobre el plebiscito: en Yanhaas, el No 78 %, Si 19 %. -Datexco Si 57 %, No, 43 %.