Columnistas

Sociedad civil, corrupción, impunidad

08 de octubre de 2018

Hace poco mencioné en este espacio la necesidad de pensar cómo desde la sociedad civil se puede apoyar de manera efectiva la lucha contra la corrupción. Para empezar, hay que insistir en la inclinación personal y social hacia el cumplimiento de las normas; en la cultura de la legalidad. No creer que necesitamos necesariamente más leyes. Contamos con 17 mil —léase bien— 17 mil, que no tienen ninguna utilidad. La corrupción en América Latina es ante todo un tema cultural y social. No es un mal enquistado simplemente en el sector político y el gobierno; aunque sin duda, sea la más visible de las aristas, la más alarmante y por supuesto altamente contaminante del conjunto.

Ante la problemática y la necesidad de pensar estrategias eficientes para combatirla, quiero invitar a los lectores a que consulten el trabajo del movimiento “Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad”, el cual fue invitado a Medellín a la reciente versión del Festival Gabo de periodismo. Finalista de la categoría Cobertura con una rigurosa investigación, en la cual se presenta el mecanismo de corrupción implementado en los más altos niveles del gobierno que permitió el desvío de millones de dólares de fondos públicos, por medio de universidades que sirvieron de intermediarias para que los recursos terminaran en manos de empresas fantasmas.

El movimiento liderado por el reconocido líder empresarial Claudio X. González Guajardo, es muy educador y si agregamos el cómo opera, y sus resultados, vale la pena priorizarlo a la hora de discutir cómo apoyar efectivamente desde la sociedad civil el Pacto Anticorrupción en Colombia, que cada vez gana más espacio. El Movimiento tiene como premisa que los mexicanos no están condenados a la corrupción, a pesar de que aparezca como una condición casi fatal en la historia de ese país; una costumbre arraigada y aceptada dicen los más cínicos.

Su finalidad no es simplemente combatir la corrupción, sino ante todo la impunidad, esta última variable como una de las más olvidadas en los acercamientos más frecuentes al tema en nuestro medio. Pero su objetivo superior, es construir Estado Social de Derecho y cultura de legalidad. Trabajan en cuatro frentes: investigación aplicada, investigación periodística, litigio estratégico, comunicación y movilización. Tienen claro que no basta con la denuncia y la incidencia en la opinión pública, sino que además se requiere construir una ruta decidida del Estado y de sus instituciones, con la participación de la sociedad organizada y de ciudadanos empoderados para tal fin, que vaya restando espacio a los ambientes propicios para ese terrible mal. Importante que focalizan como foco estratégico de transformación institucional, las regiones. No esperar cambios mágicos de todo el Estado; generar movimientos regionales, más cercanos a los ciudadanos.

En tiempos como los que corren, donde la desesperanza ante problemáticas sistémicas como la corrupción es muy frecuente, hay que apropiar experiencias como la comentada, que de manera coordinada con muchas organizaciones de la sociedad civil, logran resultados que fortalecen las democracias. Importante por ello que plataformas de citas ineludibles en Medellín como el Festival Gabo de Periodismo, acoja y avale el formidable, pero al mismo tiempo riesgoso trabajo de los investigadores de “ Mexicanos contra la corrupción y la impunidad”. Hay que reconocerlos y animarlos.

* Presidente Proantioquia