Columnistas

Sociedad índigo

07 de agosto de 2015

Por
LUIS FELIPE MERINO PALACIO
Universidad EAFIT
Facultad de Com. Social. semestre 7
imerino@eafit.edu.co

Esculcando prendas en mi armario, a propósito de Colombiamoda, me pregunté ¿Quién no tiene una prenda de dénim en su armario?

La tela de yin es un tejido sumamente usual y cotidiano. Tanto, que a veces nos olvidamos de su verdadera esencia. Un tejido versátil e increíblemente ignorado. Es tan usual, que su uso pasó a ser un objeto obvio. Una prenda más del armario que perdió su importancia.

Es difícil encontrar un elemento vestimentario que logre una identidad, según la sintaxis con su portador, que conforme un look tan aceptado por la sociedad como cuando usamos este tejido azul.

El dénim, sin lugar a dudas, constituye una de las telas más influyentes en cualquier armario. Una prenda moderna, cuya elaboración sigue vigente con el transcurrir de los años. Como dice Eduardo Escobar en su ensayo dedicado al bluyín, un tejido “de lavar y planchar, hecha para aguantar usos y abusos”.

El dénim encontró su forma a través de su historia en el bluyín, pero hoy reafirma su versatilidad y pluralidad en un sinnúmero de prendas construidas con este tejido. Desde sus inicios hasta la actualidad, se ha convertido en una tela universal que no distingue entre sexos, clase social o edad.

El dénim tiene un complejo de saberes, valores y artefactos asociados que lo convirtieron en un valioso desarrollo tecnológico que nace a finales de la Edad Media.

Sin embargo, el reto está en redescubrir este tejido y darle su relevancia como objeto indispensable del siglo XXI y encontrar en el pasado ideas para crear y satisfacer las necesidades de los nuevos estilos de vida emergentes, para consumidores ávidos de nuevas prendas.

Por ahora me quedo con mis viejos y usados yines, que puedo emplear para casi cualquier ocasión y me hace parte de esta sociedad índigo·.

*Taller de Opinión es un proyecto de
El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión
joven. Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsables sus autores. No comprometen el pensamiento editorial de El Colombiano, ni las universidades
e instituciones vinculadas con el proyecto.