Tendencias para aumentar la billetera pública
De cara a la horrorosa reforma tributaria que ya se está cocinando en el Congreso, recordé al rey inglés Guillermo II, de quien las lenguas viperinas de la historia dicen que tenía un hueco fiscal tan hondo que gravó con impuestos cada una de las ventanas de las casas de sus súbditos ingleses. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, pero en aras de “dar luz, más que de echar candela”, hablemos de nuevas formas para recaudar capital desde el Gobierno.
Para aumentar los ingresos del Estado sin correr el riesgo de ahogar al sector productivo y al ciudadano en general con impuestos y cargas tributarias, veo venir tres pilares de innovación pública que pueden maximizar la labor de los estados al tiempo que apoyan la generación de ingresos. El primero de ellos es la lucha contra la corrupción, múltiples estudios económicos han concluido que es proporcional la relación entre desigualdad y pobreza y corrupción.
Le doy la razón a la Senadora Claudia López: “La mejor reforma tributaria sería eliminar la mermelada que reina en el Congreso”.
De la mano de la lucha contra la corrupción se observa una creciente tendencia a la evaluación del impacto real de los programas y proyectos ejecutados con dineros públicos. Lo cual permite el monitoreo de las acciones y la mejora continua de los procesos emprendidos, y pone al Estado en el pago por desempeño o por los resultados reales obtenidos.
A través de la participación del Estado en ciencia y tecnología e instrumentos como las alianzas público privadas, considero que en los próximos años tendremos más mecanismos de retorno para las utilidades generadas por los bienes y servicios que se han consolidado gracias al presupuesto público. Este hecho lo ha advertido Mariana Manzucato en su teoría del Estado emprendedor.
Claro es que en ningún escenario es viable “matar la gallina de los huevos de oro”, cargando con un sin fín de impuestos al aparato productivo del país porque esto le restaría competitividad frente al resto de las naciones del mundo. Imposibilitando la movilidad social entre los ciudadanos. Aprendamos de Europa y de los Estados Unidos, que por nada del mundo desmontan los subsidios a los campesinos y empresarios.