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Tesis

11 de mayo de 2016

En 2011, el ministro de Defensa alemán, Karl-Theodor zu Guttenberg, dimitió de su cargo después de ser acusado de plagio en su tesis doctoral. Dos semanas antes, Zu Guttenberg aparecía en las encuestas con una aceptación de 70 %: era el político alemán más popular. En 2013, el turno fue para la ministra de Educación y Ciencia, Annette Schavan, quien también tuvo que renunciar por plagio en su tesis doctoral.

Que pase la siguiente: Ursula von der Leyen, ministra de Defensa alemana desde 2013. “En el trabajo de von der Leyen hay 23 comentarios donde no se cita a la fuente”, señaló la revista Der Spiegel.

La pagó barata la señora von der Leyen. Si hubiera sido colombiana, la lleva gratis y le enciman ñapa...

La ministra de Educación, Gina Parody, propuso crear la Agencia Nacional para la Alimentación Escolar a través de un proyecto de ley. Tan pronto salió a la luz, Sofía Gaviria, senadora liberal y coordinadora del frente contra el hambre, dijo que el proyecto tenía muchas coincidencias con uno que ella había radicado.

La Sección de Leyes del Senado examinó el proyecto de Ley 054 de 2014, de Gaviria (actualmente en tercer debate en la Cámara de Representantes); y el 244 de 2016, de Parody. Dicen los expertos: “No solamente existen coincidencias de redacción, sino que existe identidad de causa”. Los peritos señalan más de sesenta coincidencias.

En la academia contamos con un programa llamado Turnitin. Cuando sometemos un trabajo académico al sistema, de inmediato arroja las coincidencias exactas y las similitudes, “escapes” logrados mediante recursos como la paráfrasis o la traducción de textos de otros idiomas. También ofrece el porcentaje de originalidad.

Aun con ese método, es preciso determinar el parámetro de control: ¿a partir de cuántas líneas o de qué porcentaje de originalidad tipificamos el plagio?

Los funcionarios alemanes renunciaron por la revelación de la deshonestidad en un proyecto de responsabilidad individual (si dejamos de lado el “despalome” o complicidad del director de tesis); un trabajo que aunque pudiera buscar el bienestar común no estaba vinculado al servicio del Estado.

En el caso colombiano, se trata de un proyecto que en buena medida fue plagiado, como lo sostienen los peritos. Una propuesta que se realizó con miras al bien colectivo, pero con afán: para corregir un mal estructural (¡nos urge corregir las deficiencias, eliminar la corrupción del plan de alimentación escolar!) y apagar un “incendio mediático”. Y no fue hecha directamente por Gina Parody, responsable del ministerio.

Tesis: 1). Ningún trabajo intelectual o creativo es adánico, nadie parte de cero; pero sesenta coincidencias dejan de ser “una coincidencia”. 2). Avalar un plagio desde un Ministerio de Educación sienta un precedente nefando en la comunidad, en especial la educativa. 3). Apelar a la deshonestidad en nombre del Estado y no a título personal (como los ministros alemanes) es un agravante. 4). No se necesita hablar alemán para entender el sentido universal de la ética. 5). En la cabeza está el cerebro, centro de control del cuerpo: ¿quién es la cabeza del Ministerio de Educación?.