Tilín, tilín... ¿y las paletas?
Si hacemos un sondeo rápido por los titulares más importantes, no cabe duda que 2015 es el año del desarrollo sostenible en el mundo. La encíclica papal Laudato Sí definió una dimensión ética y moral de la degradación ambiental. En septiembre se aprobará el reemplazo de los caducos (y no cumplidos) Objetivos del Milenio por los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que identifican y miden los aspectos ambientales de la lucha contra la pobreza. Cerraremos el año con broche de oro con la Conferencia de las Partes de Cambio Climático en Francia. Con el primer anuncio realmente significativo de reducción de emisiones por parte de Estados Unidos como antesala, se espera que el resto del mundo desarrollado, por fin, se comprometa con reducciones significativas de emisiones. Colombia, por su parte, ya se comprometió con un importante 20 % de reducción.
El paquidérmico aparato institucional, que con frecuencia parece un gigante dormido, se está despertando lentamente ante la necesidad de un cambio. La pregunta real es qué pasa después de los anuncios y las ruedas de prensa.
La respuesta de los fieles frente al Laudato no se medirá por su apoyo nominal a la encíclica. Los compromisos internacionales en materia de reducción de emisiones se enfrentarán en los próximos meses a la resistencia de los grupos económicos que ven amenazado su crecimiento, tanto en Estados Unidos como en Colombia. Los numerosos Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus incluso más numerosas metas (169) son más difíciles de comunicar que los anteriores y enfrentan obstáculos tremendos en su implementación y financiación. Así, los grandes anuncios pueden resultar en mucho tilín y poca paleta.
En este escenario la responsabilidad de los medios tiene dos dimensiones principales: la primera es ofrecer la información necesaria para que la acción sea una posibilidad. La segunda, y más difícil, es no difundir solo grandes anuncios que son la norma, sino darles seguimiento y medir sus impactos a largo plazo. Reproducir titulares de comunicados es fácil. Investigar su impacto es difícil, pero necesario.
Para lograr que estos anuncios permeen a la sociedad, los medios tenemos la responsabilidad de simplificar el idioma, de volver estos temas atractivos y relevantes para los individuos. De generar información que lleve a la acción.