TODO ESE CONOCIMIENTO
Dos asuntos estratégicos siempre preocupan del nivel de delincuencia y corrupción alcanzado en nuestro país: el conocimiento desarrollado por las actividades delictivas y la alta penetración a la institucionalidad. Los ciudadanos de a pie no alcanzamos a dimensionar el alcance de esto a pesar de las noticias constantes y la información generada. No nos imaginamos las redes y las estructuras de todo ese andamiaje criminal. Tal vez lecturas como el libro Gomorra, de Roberto Saviano, nos dé un atisbo sobre ese abismo.
Mirado ese proceder como una actividad económica, pues el fin último sigue siendo la generación de ingresos (y poder), se torna indispensable acabar con todo ese conocimiento que se ha ido perfeccionando con el pasar de los años y que va pasando de bandido a bandido, de estructura en estructura. Una industria del enriquecimiento ilegal que por supuesto pone la institucionalidad a su servicio como factor fundamental de su accionar. Todo un acervo de información e inteligencia en favor del delito que nos está carcomiendo, unas redes insospechadas que se han ido construyendo por años. Recordemos cuando los paramilitares nos sacaban en cara que le tenían “afecto” al 35 % del Congreso, o sea que ejercían influencia sobre estos. Pues lo que padecemos ahora no es sino efecto de todo ese proceder delictivo que nuestra Colombia ha acumulado por años. Antes nos hemos mantenido a flote.
Si eso decían los paramilitares, los guerrilleros no se quedan atrás. Penetraron estructuras, infiltraron instituciones, ejercieron todo un conocimiento ilegal, traficaron, amenazaron, extorsionaron, ¿Quién olvida la famosa ley 002 que ellos mismos sacaron a principios de este siglo justificando y “autorizando” el secuestro y la extorsión a diestra y siniestra en épocas de El Caguán?
Combatir ese conocimiento es crucial. Ahora que las Farc están desmovilizadas un gran aporte a la construcción de una sociedad que les dé cabida en el debate político es que entreguen toda esa información, que develen los engranajes. Mucho bien le harían a este país si cuentan cómo “funciona la vuelta”. Develar todos los secretos de esa maquinaria inmunda: lavado de activos, ocultamiento de bienes, redes, miembros. Tal vez así la desconfianza que generan ellos y los acuerdos en buena parte del país pueda empezar a disiparse.
Porque para mover esas cantidades de recursos, para realizar sus operaciones, tuvieron que permear muchas instituciones del país y el mundo. Tienen lazos con la más alta criminalidad, saben como funciona ese bajo mundo. Pues llegó el momento de contarlo a ver si vamos enderezando el barco, a ver si la inteligencia nuestra se antepone al bandidaje, a ver si vamos sacando del juego fichas claves que vayan rompiendo los andamiajes y se les vaya cayendo la estantería.
He apoyado el proceso de paz. El país ha sido generoso con las Farc, soy consciente de eso. No creo que las Farc hayan cedido más o entregado más como algunos dicen por ahí. Nada de eso. Pero creo que era necesario para construir una nación decente. Va siendo el turno de ellos. No es solo confesar sus delitos, es decir cómo funciona ese mundo. Seguro que si así lo hacen, Odebrecht parecería una canción de cuna.