Transparencia para jueces anónimos de la sostenibilidad
Con relación a la polémica generada con la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales - ANLA, recordemos que su director es designado por el propio ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y cuya función más importante es firmar el otorgamiento o negación de las licencias y permisos ambientales de competencia del propio Ministro. Es decir, que a pesar de ser una entidad autónoma administrativa y financieramente, el jefe mayor para estos menesteres siempre será el Ministro. Es por esto que su pronunciamiento, que fue públicamente contrario al de su director, ha desatado mayor confusión y controversia frente al caso Hupecol.
Gracias a la movilización nacional en contra de la licencia ambiental otorgada por la ANLA para realizar actividades de perforación de pozos de exploración de hidrocarburos en el Área de Manejo Especial de La Macarena -AMEM y en el área de amortiguación del Parque Nacional Natural de Tinigua, se pudo visibilizar lo que muchos en el país no sabían.
Diariamente desde Bogotá se vienen otorgando permisos y licencias ambientales para el aprovechamiento de los recursos naturales por parte de funcionarios públicos anónimos, sin que el país conozca el rostro, discusiones y análisis que estas personas hacen frente a las delicadas decisiones de importancia nacional que se les imponen. Esta es apenas la punta del iceberg.
¿Qué hubiera pasado si no nos hubiesemos enterado a través de las redes sociales y los periodistas? ¿Por qué el Ministerio de Ambiente no le solicitó a la ANLA revisar la resolución de otorgamiento antes del escándalo?¿El gobierno nacional y el ministro de Ambiente se hubiesen echado para atrás y haber dado la orden de suspensión de la licencia antes del rechazo masivo de los colombianos?
Cabe entonces preguntarse ¿cuántas licencias más de este tipo han sido otorgadas en los últimos diez años, y no nos lo han contado? Es bueno entonces que la ANLA y Minambiente, le digan al país de manera transparente, periódica y abierta, sin necesidad de hacer uso al derecho de petición, sino porque sencillamente es su obligación ¿en qué lugares y qué tipo de proyectos similares han sido aprobados en los últimos diez años? ¿cuáles proyectos han sido rechazados y por qué? o ¿cuáles están en la fila de aprobación?
¿Cómo se está haciendo el monitoreo de los impactos aprobados? ¿qué tipo de profesionales lo están haciendo? ¿cuál es la capacidad que tiene Minambiente y la ANLA para vigilar en campo los impactos locales, por ejemplo, el causado por derrames de aceites o grasas a los humedales desde la creación de esta autoridad? ¿cuáles son los riesgos identificados sobre la población, biodiversidad, ecosistemas estratégicos y áreas protegidas? ¿cómo se reducen o se evitan?
Los impactos están relacionados con la pérdida de bosques, biodiversidad, aumento de erosión, contaminación hídrica y atmosférica de manera directa o indirecta, a través de la perforación de pozos exploratorios, instalación de plataformas y transporte de equipo logístico, ocupación y adecuación del terreno, construcción de campamentos, carreteras, caminos de acceso. Incremento de la población y aumento de conflictos relacionados con las expectativas y diferencias salariales en la zona de influencia. Presencia de personal proveniente de otros lugares, con modos de vida diferentes a los nativos, trayendo enfermedades y poniendo en riesgo las costumbres y hábitos de las comunidades campesinas y tradicionales.
La categorización de este tipo de impactos, si son significativos, moderados o insignificantes, varía de acuerdo al criterio técnico y jurídico del funcionario de turno en la ANLA, quien evalúa y valora dichos efectos a las carreras, que como dijo la revista Semana Sostenible en su entrevista con esta autoridad “el pago a destajo lo que hace es que muchos profesionales corran con la evaluación para poder completar en el mes todos los pasos y recibir su salario completo”. Esto afecta, sin duda, el proceso del licenciamiento.
Por eso, desde la punta del iceberg, esta es la mejor oportunidad para salir del anonimato y conocer a estos jueces de la sostenibilidad.