Columnistas

UTOPIA

26 de enero de 2016

La semana pasada lanzamos “Innovacampus”, proyecto estratégico para potenciar nuestro ecosistema de innovación. Con él, buscamos que la universidad se modernice acorde a las nuevas tendencias e implemente su sistema de gestión de la innovación de cara a las mejores prácticas gerenciales innovadoras del momento. La realidad es que las universidades han venido cambiando a un ritmo muy lento en su forma de gestionarse y les cuesta adaptarse al cambio porque su rigidez estructural no se lo permite. Queremos que “Innovacampus”, como proyecto de apertura hacia el cambio, les dé las herramientas iniciales para que inicien un proceso de innovación, liderado por más de 300 personas que hoy trabajan en las 17 universidades que estamos interviniendo en la ciudad.

En las presentaciones, en el marco del lanzamiento del proyecto, se presentó “Utopía”, iniciativa liderada por la Universidad de la Salle de Bogotá, que a pesar de ser sencilla, en su apariencia, es compleja en su operación y financiamiento. Pero, más que eso, innovadora, porque está haciendo lo que muchos queremos en Colombia pero nadie se había atrevido a hacer de esa forma. Están construyendo un campus universitario de 24.000 m², de los cuales están terminados más de 16.000 m² que operan como “parque agrotecnológico investigativo, educativo y social”. Hoy día, escogen jóvenes campesinos de zonas apartadas y en conflicto, que han padecido procesos de violencia y los llevan a vivir al campus durante cuatro años para que estudien y experimenten todo lo aprendido alrededor de las ciencias agropecuarias antes de graduarse como Ingenieros Agronómicos. Cada estudiante cuesta alrededor de $95 millones de pesos por todo el proceso de formación, que se da en cuatrimestres, donde también acceden a vivienda y alimentación, más $10 millones para que, al graduarse, regresen a su municipio y emprendan el proyecto productivo que trabajaron durante su carrera. Todos los profesores son de alto nivel y como lo dice el Hermano Carlos Gómez -fundador y líder del proyecto-: “es darle lo mejor a los más pobres”.

Los estudiantes son intervenidos con la metodología de “aprender haciendo y enseñar demostrando”, con la cual han graduado un poco más de 100 nuevos profesionales y esperan llegar a 400 en proceso de formación de manera simultánea en el corto plazo. Hoy día, más de 21 departamentos y 95 municipios tienen estudiantes en “Utopía” y más de 110 proyectos empresariales rurales se han desarrollado en los lugares de origen de los estudiantes.

Siempre he creído que para innovar y emprender lo que más se necesita es pasión y tener una buena idea para el mercado. “Utopía” cumple con las dos. El Hermano Carlos, un gran líder, de gran espíritu emprendedor, está haciendo realidad los sueños de muchos colombianos, no solo de los que estudian, sino también de muchos que pensamos que Colombia debería tener más ciudadanos como él, pensando en el país, en el proceso de paz, en los que más lo necesitan, pero también haciendo cosas innovadoras que tienen un gran impacto para nuestra nación.

En un escenario de oportunidades como en el que estamos empezando a vivir, todos estos jóvenes serán grandes beneficiados ya que se están preparando al más alto nivel para llevar desarrollo a sus pueblos. La verdad me ha impresionado este proyecto por su simpleza, impacto e innovación. Ojalá se pueda escalar a más zonas del país. Sería un aporte tangible y de impacto para el llamado posconflicto.

P.D: el proyecto del Hermano Carlos es financiado por el sector privado, fundaciones y cooperación internacional. A la fecha, no participa el sector público y necesita más apoyo para llegar a los 400 estudiantes.